Unos trabajos realizados la pasada primavera por el Departamento de Obras Públicas del Gobierno de Aragón en la carretera A-127 han causado daños en el yacimiento de Valdetaus, una ciudad prerromana singular en la comarca de las Cinco Villas, y en la que se están realizando excavaciones desde 1987.
Al parecer, en la carretera A-127 Aragón-Tudela, a la altura del yacimiento de Valdetaus -una loma pegada al asfalto-, se estaban produciendo desprendimientos peligrosos para los conductores. Obras Públicas decidió hacer una berma -una terraza para sujetar los desprendimientos-, y lo hizo sin hablar previamente con Patrimonio, que conoce perfectamente la ubicación y dimensiones del yacimiento de Valdetaus. Así que entró la maquinaria pesada y destruyó parte del enclave.
José Luis Pola, alcalde de Tauste, desconocía ayer la existencia de estos daños. "Se estaban produciendo desprendimientos y se hizo la berma para evitar males mayores. Yo me ocupé de que se vigilara que las máquinas no subieran a la excavación". El problema estriba en que el yacimiento es mucho más grande que la superficie excavada.
Jaime Vicente Redón, director general de Patrimonio, reconocía ayer que se habían causado daños, pero quitaba hierro a la situación."Es un tema antiguo, de hace unos meses -señalaba Jaime Vicente-. El problema es que hubo que intervenir de urgencia en la carretera. Empezó a trabajar Obras Públicas y hubo un momento en el que se descubrieron restos. Se paró la obra de inmediato y se enviaron técnicos a comprobar qué había pasado".
Inspección en los próximos días
El director general de Patrimonio restó importancia al hecho de que Obras Públicas y Cultura no se hubieran puesto en contacto antes de empezar los trabajos, con lo que se hubieran evitado los daños.
"Era una intervención de urgencia. Cuando se hace una carretera o una obra de cierta envergadura se realizan siempre estudios de impacto previos. En este caso, sin embargo, se trataba únicamente de hacer una intervención mínima para evitar nuevos desprendimientos. El problema es que aparecieron restos y afloró el patrimonio oculto.
Vicente Redón aseguró que la superficie afectada es de unos 150 metros de largo por 2 de ancho, y que "en los próximos días, los técnicos del departamento van a trabajar en el terreno para limpiar los cortes de la zanja, estudiar los estratos arqueológicos y ver qué información historica se puede recuperar".
Fuente: El Heraldo.
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