18 diciembre 2006

Jornadas de Patrimonio: «Oriente y Occidente son dos geografías de una misma civilización».

El director del Instituto Bíblico Oriental participa hoy en las jornadas del Club de Prensa. Egeria, una leonesa del siglo IV, ya recopiló datos sobre Palestina, Egipto y Mesopotamia.

Las jornadas dedicadas al patrimonio leonés, que por segundo año organiza el Club de Prensa Diario de León, están a punto de llegar a su fin. Las dos conferencias que restan son la que tendrá lugar hoy y la que se desarrollará el jueves. El director del Instituto Bíblico Oriental y experto en lenguas semitas, Jesús García Recio, presentará hoy a las 20.00 horas qué es y cómo funciona el instituto que dirige con sede en la Colegiata de San Isidoro y en la Casa Rectoral de Cistierna y que es único en España.

El Instituto Bíblico Oriental comenzó sus actividades hace tres años con el objetivo de estudiar y reflexionar a cerca de la Biblia y el oriente bíblico y cuenta con el patrocinio del Grupo Eulen, Vaga Sicilia, el Enebro y la Obra Social de Caja España. Los estudios se sitúan en la línea de la tradición bíblica y oriental leonesa, aprovechando también «las enseñanzas y orientaciones de cuantos leoneses nos han precedido en el mismo empeño». Entre ellos, el director del instituto destaca la labor de la leonesa Egeria, del siglo IV y sus excavaciones en el Oriente antiguo, recorriendo Palestina, Egipto y Mesopotamia. También, los objetos y reliquias que San Martino recopiló durante sus peregrinaciones o Cipriano de la Huerga, fundador del Instituto de Lenguas Orientales de Alcalá de Henares en el siglo XVI.

Jesús García Recio explicará hoy la orla del instituto, bíblico y oriental. «La finalidad última del instituto no es otra que la de investigar, igual que cualquier otra instituciones pública o privada», explica el experto en lenguas semitas, que abordará su ponencia haciendo una mirada hacia el Este y acercando Anatolia, Egipto, Palestina, Siria y Mesopotamia para, remontándose hasta el cuarto y segundo milenio antes de Cristo, mostrar las fuentes de la cultura occidental.

Para conocer el pasado.

«Los documentos arqueológicos y epigráficos de aquellas tierras, exhumados ininterrumpidamente desde hace 150 años, son los testigos a los que hay que preguntar para saber sobre nuestros parientes más antiguos en línea ascendente directa de la articulación del pensamiento y del régimen de vida que la sociedad actual ha heredado de ellos», señala García Recio.

El director del Instituto Bíblico Oriental comenta que en Egipto y Mesopotamia se desarrollaron los primeros sistemas de escritura, astronomía, matemáticas, zoología y botánica, derecho y otros saberes muy ligados a la ciencia actual y que se transmitieron a través de la cultura griega y romana.

En relación al adjetivo de bíblico, Jesús García Recio considera que la cultura de Oriente y Occidente «están unidas por un extraordinario cordón umbilical que es la Biblia». Así, apunta que el libro sagrado «ha imbuido de su pensamiento y religiosidad al arte, la literatura, la filosofía, el derecho o la política, que resultan, en gran medida, el acopio y maduración originales de los fenómenos culturales y religiosos gestados en el Oriente antiguo».

Unión estrecha

«Oriente y Occidente están imbricados y se requieren mutuamente; bien mirados son dos geografías de una misma civilización, les separan palmos de tierra, estrechos o grandes brazos de mar, diferencias horarias y centímetros en la cartografía terrestre, pero se encuentran unidos por la amalgama de civilizaciones», resume el profesor del Instituto Bíblico Oriental, Jesús García Recio.

Fuente: Diario de León.

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