Uno de los comisarios de la exposición, Vicente Llull, dijo ayer que la muestra divulgar las piezas encontradas en las cuevas, descubiertas por espeleólogos en 1995 (Cárritx) y 1997 (Mussol). La exposición Peinar la muerte. Rituales de vida y muerte en la prehistoria de Menorca, que se inauguró ayer, es una pequeña parte de los rastros de esa época que perduraron en estos enclaves gracias al cierre natural de las cuevas.
En total, explicó Llull, se han encontrado unos 35.000 huesos, 5.000 cerámicas, 200 piezas metálicas fragmentadas y los restos de unos 210 individuos que fueron inhumados en las cuevas a lo largo de unas trece generaciones. Las cuevas se comenzaron a usar para los ritos en el 1600 antes de Cristo, no fueron utilizadas como cementerio hasta el 1250 y se cerraron como tal en el 830.
Fuente: Última Hora Digital
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