Los restos corresponden a una zona comercial del siglo I después de Cristo.
Enclavado en mitad del camino hacia el mar, en el paisaje urbano circundado por el colegio marianista, el popular templo de la moda y ese supermercado alemán de precios irresistibles, los transeúntes de la Avenida, esa tribu implacable que recorre de norte a sur la principal arteria de la ciudad, se encontrarán a partir de ahora cara a cara con un pedazo de Historia. Un fragmento del pasado en forma de recreación arqueológica para coronar una de las plazas más vivas de Puerta Tierra.
Los restos arqueológicos, encontrados en el año 2002, durante las obras de construcción del parking y la plaza corresponden con toda probabilidad a una villa romana del siglo I después de Cristo. Un conjunto arquitectónico de grandes dimensiones del que se ha seleccionado su parte más pública a través de una recolocación que ocupa ahora algo más de mil metros cuadrados en el centro del parque.
«El yacimiento es un nuevo atractivo para los vecinos y turistas de Cádiz», afirmó ayer la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, durante el recorrido que sirvió de presentación oficial de la estructura. Para Martínez, se trata de «un espacio cultural de gran valor» en cuyo cuidado deben implicarse todos los gaditanos.
Precisamente para ello, para su cuidado, el Ayuntamiento ha contratado los servicios de la empresa Gabinete de Estudio del Territorio Reshef que, por un presupuesto de 22.000 euros al año, será la encargada del mantenimiento y las pequeñas reparaciones de los restos.
Zona comercial.
El conjunto de edificios encontrados pertenece, posiblemente, a una zona comercial en la que se distingue la parte pública y privada. En las obras de restauración se han conservado la pileta y las canaletas y rehabilitado parte de los muros del edificio. La edificación recreada, en cuya puesta en valor se han invertido un total de 188.457 euros y que corresponde la única estructura que se conserva completa en su cimentación, fue encontrada en el mismo sitio a una profundidad de dos metros y medio respecto al acerado actual.
El edificio corresponde a una construcción rectangular, con un amplio patio porticado en el interior cuyo pasillo circundante da acceso a tres habitaciones en el lado menor del edificio. De gran simetría, el esquema de los restos sólo se altera por una pequeña estancia junta la puerta de acceso, donde se localizaría un pila de agua de la que se conserva la base. En el lado norte y gracias al análisis de la cimentación del edificio, se cree que la edificación contaba con una segunda planta, utilizada probablemente como almacén.
Esta fórmula arquitectónica hace pensar a los técnicos municipales que el uso del edificio no se corresponde con una vocación pública, ya que las villas rurales no poseían este tipo de estructura. Es posible que se tratara de un pequeño mercado (macellum) o lugar de operaciones transaccionales en torno a las casas colindantes que podían formar un pequeño núcleo de población rural cercano a la principal vía de acceso a Gades.
La zona sobre la que se asienta el Parque Varela fue ocupada durante la Historia Antigua gaditana por la necrópolis fenicia, púnica y romana así como por zonas de caserío romano.
Hace cuatro años, y a pesar de haberse visto dañados por la construcción del Cuartel Militar, se descubrieron los restos de un conjunto de edificios.
Fuente: La Voz Digital.
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