Está datado en la segunda mitad del siglo III antes de Cristo y hay indicios de que hay más restos de la muralla celtibérica.
Un tercer torreón, datado en la segunda mitad del siglo III antes de Cristo, se ha hallado en la muralla celtibérica del yacimiento de Contrebia Leukade, en Aguilar del Río Alhama, donde hay indicios de que existen más restos al entender que esta muralla tuvo una serie de torres serias.
El director de este yacimiento, José Antonio Hernández Vera, profesor de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, ha confirmado el hallazgo, hace unos meses, de este tercer torreón, similar a los dos ya encontrados, que son de planta rectangular y adosados al interior de la muralla celtibérica, ya que en la parte exterior hay un foso.
Este tercer torreón, compartimentado en dos espacios, se conserva «bastante bien» y se completará su restauración en los próximos meses para «ponerlo en valor y asegurar su estabilidad estructural», dijo el arquitecto que dirige las obras de consolidación de la muralla, Óscar Reinares, que añadió que, en estas obras de la muralla celtibérica, que tiene una longitud aproximada de 800 metros, se encontró este torreón.
Hernández Vera precisó que existen indicios de que hay más a lo largo de la muralla, dado que era «moderna y estaba diseñada para responder al fuego enemigo con fuego y disponía de espacios para colocar máquinas de guerra para atacar». El director del yacimiento subrayó que «Contrebia Leukade era una ciudad nacida y creada para la guerra, concebida para la guerra», y sus restos más antiguos se remontan a comienzos del primer milenio antes de Cristo, a la época de la Edad del Bronce.
Se configuró como ciudad en los años inmediatamente anteriores a la conquista romana y adquirió su mayor protagonismo durante el desarrollo de la misma, hasta su despoblamiento a finales del siglo IX o inicios del X después de Cristo.
Objetos cerámicos.
Entre los restos encontrados destacan una muralla celtíbera, en la que se ha intervenido sobre unos 120 metros; y otra romana, con una longitud de unos 150 metros, un foso y diversos vestigios de casas excavadas en el terreno, cuyos muros eran de roca y que se complementaban con mampostería y adobe.
También, abundantes objetos cerámicos, enseres domésticos, mosaicos decorados con piritas y habitaciones que datan del siglo VIII antes de Cristo. Vera destacó unos lagares hallados en la última excavación, que se consideran como la evidencia más antigua en La Rioja en la elaboración del vino.
Recordó que Contrebia Leukade es una de las ciudades celtíberas de la Península Ibérica más monumentales y que mejor conserva su urbanismo de las estudiadas hasta el momento.
Fuente: El Correo Digital
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