Hasta el 4 de febrero de 2007 tiene lugar en el Bucerius Kunst Forum de Hamburgo la exposición que lleva por título “Cleopatra y los Césares”.
Ninguna otra mujer en la historia ha estimulado la imaginaciónde las generaciones siguientes tanto como Cleopatra VII: faraón, mujer de estado y femme fatale.
Amante de Julio César y Marco Antonio; Augusto la vio como una amenaza para el imperio romano y la condujo a la muerte. Augusto intentó borrar su recuerdo, pero muy al contrario de su propósito, el mito de Cleopatra no ha hecho más que crecer. Todavía hoy, ella es objeto de fascinación por parte de pintores, escritores, músicos y directores de cine.
En base a las evidencias arqueológicas, la exposición dirige nuestra atención al personaje histórico, y no al mito. El núcleo de la exposición es una de las más famosas esculturas de la antigüedad clásica, la llamada Venus de Esquilino, que según el conservador Bernard Andreae, se trata de un retrato de Cleopatra y no de una imagen idealizada de la diosa del amor. Piezas prestadas por los Museos Capitolinos y del Vaticano, Louvre, British Museum, Staatliche Musee de Berlín, y otras grandes colecciones de Estados Unidos, Israel y Algeria nos permiten hacer comparaciones entre la Venus de Esquilino y un gran grupo de bustos, estelas, relieves, monedas, etc. que muestran la figura de Cleopatra, así como otros personajes importantes en su vida, incluidos sus amantes e hijos, amigos y enemigos.
La segunda parte de la exposición está dedicada a Cleopatra como tema de las artes visuales entre los siglos XVI y XIX. Aproximadamente una veintena de trabajos, entre los que se encuentra una pintura de Miguel Ángel de la Casa Buonarotti en Florencia, pinturas de Jan Oteen, Johann Heinrich Tischbein, Angelika Kauffmann y Hans Makart, nos muestran cómo cada artista ha reinterpretado la figura de Cleopatra para reflejar su propio tiempo.
Fuente: I.V.D.E
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