24 agosto 2006

Los restos del siglo VIII podrían corresponder a una mezquita

Las trazas de sus muros podrían alcanzar los dos metros de profundidad. De ser un templo podrían cambiar sustancialmente los conocimientos arqueológicos sobre esta zona de Toledo

JS / A. DE MINGO /TOLEDO

La aparición de las trazas de lo que pudiera ser la planta de una mezquita del siglo VIII -los musulmanes llegaron a España en el año 711, a comienzos de esa centuria- se ha convertido en la ‘joya’ de los descubrimientos que han visto la luz gracias a los primeros estudios arqueológicos realizados en la Vega Baja. Con independencia del uso que tuviera el edificio, su valor primordial radica en su data, ya que se trataría de una de los primeras fábricas monumentales construida o reaprovechada por los musulmanes en Toledo, anterior incluso a la mezquita del Cristo de la Luz, de finales del siglo X, que en estos momentos está siendo excavada y consolidada por el Consorcio.

La investigación de los arqueólogos ha permitido descubrir alrededor de 60 a 70 centímetros de muro, con las previsiones de que la dimensión total de los restos conservados alcance el metro con setenta o los dos metros, según declaró a La Tribuna el director general de Patrimonio, Bellas Artes y Museos, Enrique Lorente.

Los restos de esta posible mezquita se han hallado en la ‘zona caliente’ de Vega Baja, situada en la franja de terreno que discurre perpendicularmente hacia el edificio Sabatini de la Universidad y en la que se encuentra ubicada la parcela en donde se iba a construir el Hipercor.

Aunque las conclusiones de los informes arqueológicos realizados hasta ahora tanto en las parcelas como en los viales se están guardando como oro en paño, lo cierto es que las mayores concentraciones de restos están apareciendo en el vial número 1 de la urbanización -conocido como el Bulevar de Vega Baja- y la zona central del proyecto, en las propiedades de El Corte Inglés y Residencial Palomarejos Altos (Repalsa). En esta última, los arqueólogos de la empresa descubrieron una supuesta planta basilical, una pila bautismal y algunas otras piezas de interés.

Entre los restos hallados también se encuentran los vestigios de una torre que bien podría formar parte del complejo de murallas que daban acceso a los suburbios visigodos, y los restos de un antiguo hipocausto, sistema de calefacción de unas termas romanas, hallado frente al edificio de Mapfre, que estaría asociado a los palacios del Pretorio visigodo. Los restos de una antigua vivienda romana y la existencia de una ‘zona industrial’ en la que han aparecido varios hornos configuran otras áreas con restos significativos.

A todo este catálogo inicial de restos hay que sumar el hallazgo de al menos cinco ‘lucillos’, tumbas cubiertas por una pequeña bóveda formada por tejas -la Vega Baja fue aprovechada como cementerio durante buena parte de la Edad Media-, así como los vestigios de una noria aparecida en el víal 6, donde se comenzó a construir el colector, y unos muros de origen romano en el vial 1, cuyo descubrimiento volvió a replantear una modificación del trazado de esta tubería.

Precisamente el estudio integral de todo el terreno servirá para poner en relación todo lo descubierto hasta la fecha y los nuevos hallazgos que puedan surgir tanto en Vega Baja 2 como en Circo romano. En la definición de este extenso estudio de campo trabaja ya la Consejería de Cultura y sus asesores en materia de Vega Baja. Aunque todavía se conocen pocos detalles, parece ser que en su desarrollo van a tener protagonismo las universidades de Castilla La Mancha, Alcalá de Henares y Autónoma de Madrid. El objetivo es formar un poderoso equipo de expertos y especialistas en las tres culturas que estarán dirigidos por Ángel Fuentes y Lauro Olmo, un tándem al que posiblemente se sume un tercer investigador de prestigio. Luis Caballero Zoreda, responsable de las excavaciones en Santa María de Melque, es otro de los nombres que se barajan.

Sobre la metodología de trabajo tampoco se conocen muchos detalles, aunque la consejera de Cultura anunció el pasado jueves que lo más lógico es que los trabajos no se realicen a la vez sobre todo el terreno a excavar, sino por sectores.

INVESTIGACIONES. El descubrimiento de esta supuesta mezquita en un centro de poder visigodo podría ajustarse a la dinámica habitual de los conquistadores musulmanes durante la primera etapa: islamizar o aprovechar los edificios representativos como medida simbólica de coacción hacia los vecinos hispanorromanos de Toletum. Así sucedió en Córdoba, por ejemplo, cuya gran mezquita era antiguamente la iglesia visigoda de San Vicente.

Medidas de este tipo debieron de ser muy habituales en la Toledo del momento. Se conservan muchos testimonios de levantamientos hacia el poder central andalusí, radicado en Córdoba durante esta etapa. El siglo VIII, momento en el que parece estar datado el gran edificio de la Vega Baja, trajo consigo una enorme inestabilidad política. Fuentes de la época recogen cómo los toledanos se refugiaban en el interior de sus murallas, fortificaciones realizadas por Wamba a finales del siglo anterior que debieron de continuar siendo muy eficaces hasta bien entrada la Edad Media.

Los arqueólogos que se enfrenten al estudio del nuevo edificio deberán enfrentarse a un enorme desconocimiento. Apenas se conservan testimonios hispanomusulmanes tan antiguos, ni mucho menos referencias explícitas a una ocupación islámica tan temprana de la Vega Baja, en donde habría que retrasar en varios siglos la data de los primeros restos musulmanes y abandonar la creencia de que este espacio, la Vega Baja, se utilizase solamente como lugar de enterramientos.

Fuente: http://www.diariolatribuna.com/

No hay comentarios: