06 agosto 2006

La Dama resiste el calor gracias al sistema de climatización de la sala.

El recinto mantiene una temperatura media de 21 grados pese a las altas temperaturas del verano Las mediciones realizadas confirman que se están cumpliendo las condiciones impuestas por el MAN.

Son las dos y cuarto de la tarde de un día cualquiera del segundo verano más caluroso de la época, según los expertos. En el patio de armas del Palacio de Altamira, que forma parte del Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE), la temperatura oscila entre los 33 y los 35 grados. Los visitantes tratan de aferrarse a las zonas de sombra, y sobre todo pagarían lo que fuera por permanecer más tiempo del que está permitido en el interior de la sala de la Torre del Homenaje, donde se encuentra la Dama.

Porque el recinto en que se encuentra el busto íbero es otro mundo, ajeno a lo que se cuece, y nunca mejor dicho, en el exterior. A las dos y cuarto de la tarde en la sala de la Dama la temperatura es de 21,4 grados, y la humedad es de un 42%. Dentro de los límites establecidos de acuerdo con el convenio de cesión de la pieza con el Museo Arqueológico Nacional.

Es una prueba más, quizá la definitiva, de que el sistema ideado para garantizar la conservación de la piedra durante su estancia en Elche, ha sido el mejor. El ingeniero industrial Lluís Miquel Jené Pou, uno de los responsables del mismo, destaca que «después de dos meses y medio de funcionamiento de la diversidad de instalaciones que hay en el recinto y sus anexos, el balance puede calificarse de excelente y altamente satisfactorio por todas partes».

Jené valora «todo lo concerniente a las instalaciones de seguridad, vigilancia, logradísima iluminación del busto de la Dama, diseño orginal de la urna en la que se encuentra, ambientación del recinto con geometrías puras y al mismo tiempo notable efecto escénico, ambos muy difíciles de conjugar. Y un tratamiento invisible de aire en total invisibilidad».

Los resultados conseguidos en unas condiciones de calor tan sofocantes, confirman «el acierto del equipo de dirección técnico que con carácter multidisciplinar fue reunido para esta labor, integrado por profesionales de valor reconocido en cada una de sus especialidades, con una estrecha coordinación entre todos ellos. La recompensa es la satisfacción de los visitantes, como así lo han manifestado, o la admiración que han mostrado expertos de museística y arqueología».

Hizo especial incidencia en «la climatización del recinto, que tantas precauciones y obligaciones ha supuesto, para el cumplimiento de los estados límites de tolerancia termohigrométricas impuestas para los seis meses de exposición de la Dama. En este tiempo se suceden tres estaciones, parte de la primavera, el verano y parte del otoño, con un clima cambiante y expuesto a solicitudes muy diversas».

Operatividad.

El sistema ha estado operativo con grupos de visitantes entrando y saliendo por la pasarela, y del mismo modo se han efectuado las mediciones que han corroborado su buen funcionamiento. La temperatura en el exterior de la pasarela en la sombra era de 34 grados, con una humedad realativa del 61%. Mientras, en el interior de la pasarela era de 22% mientras que en el interior de la sala donde está la Dama se situaba entre los 21 y los 21,9, con una humedad relativa que oscilaba entre el 42 y el 43%.

De acuerdo con las condiciones de cesión estipuladas, y que deben mantenerse durante el tiempo que la Dama permanezca en Elche, la temperatura interior debe ser de 22 más menos 1 grado, con una humedad relativa del 40% más menos 5.

Lluís Miquel Jené explicó que «éste último es el valor más difícil de conseguir en plena canícula de verano, y en este clima mediterráneo del Bajo Vinalopó por su cercanía al mar y los vientos habituales de Levante. Hay que tener en cuenta que en estas condiciones, valores por debajo del 40% son prácticamente inalcanzables -con un tránsito de visitantes contínuo-, mediante sistemas convencionales de clima que usan los refrigerantes permitidos y homologados. Mantenerla entre un 35 y un 40% sólo está al alcance de técnicas de uso industrial, con desecadores continuados de temperatura y/o absorbentes químicos de humedad -bromuro de litio entre otros-, que se usan en procesos de envasados famacéuticos o compuestos electrónicos muy precisos».

Hasta 39,5 grados.

Una nueva medición se realizó a las seis de la tarde, con la pasarela vacía de visitantes durante cinco munutos. Mientras en el interior de la sala la temperatura era de 21,6 grados y la humedad relativa del 39%, en el patio de armas se llegó a los 39,5 grados y al 59% de humedad. «Como sea que la climatología de los últimos veranos ha sido muy dura y cambiante, especialmente en el 2003 y este año, ambos con un recalentamiento grandioso, la instalación proyectada ha previsto estos contingentes», según Jené.

Para ello se aplicaron «medidas añadidas a los originales, para estos supuestos extremos que permiten que parte del aire refrigerado de la pasarela pasa automáticamente al recinto de la sala por su parte inferior en caso de subida de temperatura o humedad en la misma y corregirlos con un sistema excepcional a modo de batido de turmix entre el aire refrigerado entre las dos unidades de las pasarela, para introducir un desecado excepcional antes de inyectarlo en cantidad controlada a la sala para hacer frente a solicitudes extremas de humedad».

Fuente: La Verdad.

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