04 agosto 2006

Los arqueólogos, en contra del reglamento que les regula.

Representantes de este colectivo se quejan ante José Chamizo la falta de respuesta de la Consejería de Cultura a las alegaciones que le enviaron hace un año.

Cádiz. El pasado 28 de julio se cumplió un año del envío de un escrito que las secciones de arqueología de los Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de las distintas provincias andaluzas enviaron a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, en contra del nuevo Reglamento de Actividades Arqueológicas vigente desde 2003, según afirma Esperanza Mata Almonte, de la junta directiva de la sección de arqueología. Documento que fue presentado acogiéndose al derecho de petición.

Tras un año sin respuesta, "ni tan siquiera para informarnos si tienen a trámite nuestro documento", decidieron hace unos días remitir estas quejas al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo.

Concretamente, el documento que fue presentado a la Consejería de Cultura recogía una serie de alegaciones "que muestran nuestras discrepancias sobre este nuevo reglamento", una normativa que para el colectivo que representa supone "un gran obstáculo para el ejercicio libre de la profesión de arqueólogo, al no adaptarse a la realidad de la demanda actual de esta profesión", asevera.

En este punto, una de sus principales preocupaciones reside en el hecho de que el arqueólogo sólo puede llevar la dirección de un único proyecto, cuestión a la que se oponen teniendo en cuenta que "cualquier proyecto debe ser autorizado por la Dirección General de Bienes Culturales en un trámite que puede tardar de tres a cuatro meses", comenta Esperanza Mata. "A esto hay que añadir que tras el trabajo de campo tenemos un mes para presentar un primer informe y un año para hacer la memoria".

En este sentido, la arqueóloga considera "una incoherencia" que pese al estricto control normativo "al que estamos sometidos, nuestro colectivo no está reconocido como una profesión".
Unos meses antes a la entrega del documento a la Consejería, en octubre de 2004, ya redactaron un extenso documento de alegaciones que fue presentado a la Dirección General de Bienes Culturales. "Nos comunicaron que en quince días tendríamos respuesta. Y hasta hoy".

Con estas palabras, Esperanza Mata señala que la única intención de la sección de arqueología es que "nos escuchen" y hacer patente "el papel social fundamental del arqueólogo como investigador del patrimonio histórico". En esta línea hace hincapié en la necesidad que tiene su colectivo de lavar su imagen, "muchas veces mal interpretada por falta de información de los trámites a los que estamos sujetos". Motivo éste por el que aboga por la difusión del papel del arqueólogo en la sociedad, "en la que cada vez se demanda más nuestro trabajo, debido a la toma de conciencia de las distintas administraciones de la necesidad de hacer sondeos arqueológicos antes de comenzar una obra".

Fuente: Diario de Cádiz.

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