«No queremos molestar», ex-plica Germán Garbarino el ge-rente de Monumentos a la Vista, empresa privada autora del descubrimiento de la red kilométrica que esconde Cádiz en su subsuelo. Sin embargo, la operación que les ocupará en otoño no es complicada. Se trata de perforar con un micropilote de pequeño diámetro el suelo ante el pórtico de la Catedral Nueva. Por el orificio se introducirá una cámara de infrarrojos que desvelará al ojo humano un espacio cerrado desde hace siglos.
A partir de ese momento, el protocolo de trabajo consiste en hacer lo necesario para acondicionar algunos centenares de metros para la visita turística y añadirlo a la lista de reclamos culturales de la ciudad. «Después de la prueba de la cámara, entraremos y dedicaremos el trabajo de todo el año para, si todo va bien, abrirel espacio al público en mayo», adelanta Germán Garbarino.
Sin embargo, durante estos meses han surgido problemas que han hecho replantear algunos proyectos. La razón, los descuidos en las obras salvajes realizadas en los alrededores de los túneles. Es el caso de la mítica Cueva del Pájaro azul, una de las posibles entradas a la red subterránea y que podría acoger el centro de interpretación de las instalaciones.
Llenos de hormigón.
Sin embargo, según Garbarino, la entrada está cegada por una mezcla de «hormigón y escombros» producto de la actuación de desaprensivos. «Rompen el cierre superior del túnel y lo llenan de hormigón, como ha pasado con mu-chos túneles y aljibes», denuncia Garbarino, que augura una dura tarea de limpieza «con mucho trabajo». «Tenemos que entrar por el otro lado para saber qué anchura tiene el tapón y ver qué se puede hacer», sostiene.
Afortunadamente, el ramal principal que discurre desde la Calle San Juan y la Iglesia de Santiago hasta las cercanías del Arco de los Blanco parece estar intacto, según el gerente de Monumentos a la Vista, que se apoya en las pruebas de Geo Radar practicadas hace unos meses.
Esas pruebas, que dieron la localización exacta de la galería que discurre a los pies de la Catedral, probaron que existía un espacio hueco en este lugar.
Ésta fue la confirmación de las investigaciones de Garbarino y su equipo, que han pasado años buscando la localización de los legendarios túneles.
En su opinión, existen más de cinco kilómetros de galerías bajo los suelos de Cádiz, al margen de los glacys de las murallas de Puerta de Tierra. Según sus teorías, existe una galería de hasta cuatro metros de alto que nace en la Guardería Municipal con el siguiente recorrido: Castillo Medieval (Arco de los Blanco, Barrio del Pópulo), Iglesia de Santiago, Plaza de Mina y Caletilla (entorno de la Plaza Argüelles), además de una bifurcación que transcurre hasta San Juan de Dios, probablemente anegada por el agua. Según las teorías de los promotores, al menos el tramo entre las murallas y Santiago podría ser de origen romano y conectaba los principales edificios de la neápolis.
Fuente: La Voz Digital.
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