16 julio 2007

Dos cráteras griegas sufren daños en el Museo Arqueológico Nacional

Las grandes instituciones no entienden de crisis de Gobierno. Cambia un ministro mientras el Prado está poniéndose a punto para inaugurar sus nuevos espacios, o se produce el relevo mientras el Museo Arqueológico Nacional (MAN) se dispone a la mayor revolución de su historia.

Las obras de ampliación del MAN empezarán este otoño, pero primero tiene que embalar más de un millón y medio de piezas de su colección. Este proceso se hará en dos partes, la primera dedicada a las pequeñas piezas —aquellas que un hombre puede manejar— y la segunda a las grandes. En el primer proceso, que está realizando «con todo su primor» el personal del museo, un accidente ha dañado dos valiosas cráteras griegas.
Al parecer, un operario realizó un movimiento incorrecto y golpeó una vitrina, cuyo cristal cedió y cayó sobre las piezas, lo cual hizo que dos cráteras sufrieran desperfectos en la capa pictórica, alguna pequeña rotura y el despegue de algunas de las piezas que las forman. Inmediatamente fueron llevadas a restaurar.
Falta de dotación
Desde el museo, con plena transparencia, han confirmado a ABC los detalles de la noticia y se insiste en lamentar este pequeño accidente, que resultó «tan impredecible como inevitable» en medio de tan grande movimiento de piezas.
Puede parecer poca cosa, pero resulta más grave descubrir, según fuentes consultadas por ABC que la Dirección General de Bellas Artes no atendió las peticiones del MAN y no dotó económicamente los procesos de embalaje como solicitó en informes, y por ello ha sido la Gerencia de Infraestructuras del Ministerio de Cultura la que —habiendo financiado el inicio de las obras con tres millones este año— ha ido en socorro del centro y aportará fondos al menos para la segunda fase, el embalaje de las grandes piezas, que sí realizará una empresa especializada.
Entre esas piezas se encuentran incluso grandes mosaicos que son extraídos del soporte con un proceso similar al de los frescos, de una sola pieza. Todas estas gigantes y pesadas obras de arte del pasado irán a a naves que el museo posee en Alcalá. También figuran entre las piezas que ahora se trasladarán un sarcófago de varias toneladas, de la colección Várez-Fisa que no ha sido expuesto y una estatua romana de la misma colección que mide varios metros y que tampoco pudo exponerse porque las salas no soportaban tanto peso.
Un proceso de embalaje de esta envergadura puede costar un total de 4 millones de euros, debido a las especificidades de los contenedores necesarios, según las mismas fuentes.
Las obras no van a cerrar el Museo Arqueológico, que aprovechará los años de reforma para dotarse de almacenes, salas de exposiciones temporales y renovar su presentación y discurso museográfico. El objetivo es hacerlo más atractivo y dinámico. Mostrará una selección de tesoros en las salas abiertas y organizará una muestra con piezas que puedan viajar por toda España.

Fuente: ABC

No hay comentarios: