El yacimiento fenicio que apareció en la ladera del Castillo, situada en el centro de la ciudad, continúa en un estado de deterioro continuo.
Las denuncias realizadas a este Diario por los arqueólogos, Paloma Bueno y Juan Cerpa, encargados de las excavaciones en la zona, no han obtenido respuesta y los restos siguen sufriendo el desgaste de las ferrallas que están amontonadas sobre los mismos y de la vegetación, a la que sigue sin aplicársele ningún herbicida.
Estos elementos están provocando daños que podrían ser irreparables a un yacimiento que los arqueólogos consideran de similar importancia a los últimos hallazgos de la capital gaditana, como los del solar del Teatro del Cómico, a los que las instituciones públicas están dando mayor relevancia.
Aunque no hacen juicios de valor sobre la actual corporación municipal ni sobre la anterior, los investigadores están convencidos de que el cambio de gobierno "ha perjudicado demasiado a un hallazgo que podría convertirse en referente fenicio de la provincia", ya que nunca se habían encontrado restos de esta magnitud a escaso metro y medio de distancia. Así, si anteriormente se les expuso la posibilidad de realizar las primeras catas en los terrenos del colegio El Castillo, aprovechando las vacaciones de verano, y en la calle adyacente al hallazgo, Ánimas, estas opciones no se han llegado a concretar, a pesar de que las indagaciones apuntan como terrenos de gran interés histórico.
No obstante, las investigaciones realizadas, en una zona considerada como la más antigua de Chiclana, siguen arrojando datos de gran valor que certifican la permanencia histórica a través de distintos asentamientos. Los restos más antiguos proceden de los indígenas que habitaban el cerro, a los que le siguen signos de población fenicia, romana, árabe y medieval. Esta última se ve bien reflejada en el trazado y en los nombres de las calles de la zona. Otro dato importante que muestra las evidencias de Chiclana como ciudad trimilenaria, que pudo formar parte de la zona conocida como las Gadeiras, es el inusual peraltado que sufren las calles que rodean al yacimiento, cuya causa los arqueólogos la atribuyen a la continuación, desde la zona descubierta, de las murallas de la ciudad.
Sobre la reunión que desde el Consistorio, concretamente desde las delegaciones de Cultura y Urbanismo, se anunció que se celebraría, comprenden que el parón vacacional haya paralizado el encuentro, pero consideran que es imprescindible que se tomen medidas urgentes para que no prosiga el deterioro del hallazgo. Respecto a los restos que aparecieron en la calle Convento, se han documentado y tras las conclusiones pertinentes, la delegación provincial de Cultura ha determinado que no tienen la consistencia adecuada para su conservación. Aún así, han arrojado datos de gran valía como la existencia de unas canalizaciones de agua propias de una población importante, una lápida romana que expone la posibilidad de la existencia de una necrópolis en la localidad e incluso un hacha neolítica que aparece descontextualizada.
Fuente: Diario de Cádiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario