Los tesoros arqueológicos en el casco antiguo de Cartagena son inagotables. Buena prueba de ello es la aparición de los restos de una necrópolis de origen prerromano en el barrio universitario.
El hallazgo ha sido descubierto durante la realización de las catas necesarias y previas a la concesión de la licencia de obras para construir la Casa del Estudiante de la Universidad Politécnica de Cartagena que tenía previsto abrir a lo largo del próximo año.
Aunque las excavaciones se encuentran muy avanzadas, los arqueólogos están estudiando el valor de los restos. Según las primeras investigaciones, podría haber pertenecido a las familias que vivían en el actual barrio universitario. De hecho, hace unos meses se descubrió una casa romana bien conservada del siglo I, así como la Casa de Silvius encontrada unos meses antes. La Consejería de Cultura confirmó el hallazgo e indicó que ha paralizado las obras a la espera de los informes de los arqueólogos que han trabajado durante unos meses en el terreno, para determinar así el interés que tiene el hallazgo.
Las primeras investigaciones indican que podría tratarse de un pozo con dos galerías que podrían tener uso funerario. Junto a esos restos se ha hallado un depósito arqueológico destruido por las remodelaciones urbanísticas del siglo XIX y principios del siglo XX, pero fuentes de la Consejería Cultura indicaron que era una práctica común en esa zona.
Las mismas fuentes de la Consejería indicaron también que podría tratarse de la primera necrópolis prerromana encontrada en Cartagena, pero que habrá que esperar a los informes remitidos. Estos estudios técnicos corresponden a una exigencia que hace la Dirección General de Cultura como paso previo antes de autorizar los trabajos de construcción. Los arqueólogos municipales ya conocen el hallazgo y esperan conocer los resultados de los informes.
Se trata del segundo hallazgo arqueológico en el municipio en menos de una semana, tras la aparición de restos de una factoría de salazones y de un poblado romano en unas obras en La Azohía.
Fuente: La Verdad
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