Prehistoria, civilización ibérica, romana y medievo conviven en este yacimiento El nuevo hallazgo del ibérico inicial centró el interés de las visitas guiadas
Como cada verano por estas fechas, el yacimiento de Libisosa, en Lezuza, volvió a vivir una jornada de puertas abiertas, con el fin de dar a conocer los últimos hallazgos y trabajos realizados durante esta campaña.
Cerca de un centenar de personas se acercaron a conocer de primera mano, mediante una visita guiada, las cuatro épocas de la historia que se dan cita en esta excavación, que lleva estudiándose desde 1996.
La primera fase cronológica, es la prehistoria, de la que se ha encontrado una cabaña y que data del siglo VIII antes de nuestra era.
La segunda es la fase ibérica antigua, que ha sido el hallazgo más importante de este año y cuyos restos pertenecen al siglo IV antes de Cristo. A esto se unen los restos ibéricos finales del siglo II y I a. C.
La tercera sería la fase colonial romana, que es del principio de nuestra era y que este año se ha puesto en valor.
Por último, tenemos la época medieval a la que corresponde la torre vigía.
El hallazgo
La razón por la que tantas civilizaciones se han instalado en este lugar, es que Libisosa constituía un punto estratégico clave de la península ibérica, ya que se ubicaba en el paso de Andalucía hacia el Norte y de Levante al interior, no en vano, por allí pasaba la vía Heráclea o Augustea.
Si los responsables de la excavación, ya eran conscientes de su importancia, ahora lo son más, tras los hallazgos realizados en los últimos dos meses.
Tras realizar una fotografía aérea al finalizar la pasada campaña, se descubrió en una zona más baja de la ladera, más cercana al pueblo, una formación que evidenciaba la existencia de alguna estructura.
Aunque se esperaba encontrar una muralla ibérica, apareció una estancia con cuatro habitaciones, que supone el hallazgo más antiguo de restos ibéricos, ya que pertenecen al siglo IV y V a. C.
Para el codirector de la excavación Héctor Uroz Rodríguez, el descubrimiento es muy importante. «En estos dos meses (la campaña comenzó en junio) hemos abierto una serie de horizontes nuevos en el yacimiento, gracias a esta nueva fase ibérica».
«En cuanto al registro material -continúa- es impresionante todo lo que ha aparecido».
De entre los materiales encontrados, destaca una copa de vino de cerámica de importación, traída de Grecia.
Eso ha hecho pensar a los arqueólogos que las personas que habitaban esa casa pertenecían a una familia aristocrática o adinerada.
Otras novedades
Además de este descubrimiento, que supone que los asentamientos ibéricos podrían llegar hasta el mismo Lezuza, existen otras novedades.
Muy cerca del último hallazgo, abajo, en la vega del río, se han encontrado proyectiles, lo que hace suponer que en el siglo IV a. C. ya se usaban las catapultas y que los ocupantes de ese lugar o bien no tenían murallas defensivas o eran de adobe y no se conservan.
En lo que se refiere a la parte romana, se ha continuado en una doble dirección. En la zona norte se ha encontrado una de las calles principales de la antigua ciudad con el enlosado.
Paralelamente se ha llevado a cabo una puesta en valor de las estructuras. Se ha terminado el columnado de la basílica y se ha comenzado con el porticado de la plaza del foro.
Desde el punto de vista material, las cosas van viento en popa, como explica el codirector de la excavación, Héctor Uroz. «El nivel de piezas completas museabilizables es impresionante. El año pasado encontramos en torno a 200 piezas en la zona ibérica, en la que había acumulación anfórica. A día de hoy, en sólo dos meses casi llegamos a las 400, sólo en aquel sector».
Futuro
El futuro de la excavación, está garantizado, no sólo desde el punto de vista arqueológico, ya que quedan muchas zonas por sacar a la luz ; sino también desde el económico, ya que son muchas las fuentes de financiación.
La consejería de Cultura, colabora abonando los sueldos de los 25 trabajadores del yacimiento (20 peones y 5 técnicos).
Esta colaboración parece que seguirá llevándose a cabo o al menos es lo que se deduce de las declaraciones realizadas ayer por la Directora General de Cultura, Concha Vázquez. «De todos los encargos de la consejería de Cultura, este es el que me pone más contenta, porque estoy en mi sitio, ya que soy de Lezuza y de pequeña venía aquí. Día a día he ido viendo crecer el yacimiento».
La nueva diputada de Cultura, Consuelo Cano, fue más explicita, al referirse a los 18.000 euros anuales, con los que colabora la Diputación. «Vamos a seguir colaborando para que este yacimiento sea el más importante de la región».
Además de la colaboración de estas dos instituciones de la del ayuntamiento de Lezuza y de la de la Universidad de Alicante, la excavación ha contado este año con financiación de una entidad privada.
Se trata de la Fundación El Monte de Caja Sol, que este año ha aportado 60.000 euros y que se ha comprometido a aportar otros 60.000 el próximo año.
En cuanto al futuro arqueológico, como hemos dicho, también está garantizado, ya que el nuevo hallazgo ha abierto una nueva linea de investigación, que se une a la fase colonial romana y a la fase medieval, que tiene que concretarse más, especialmente en lo que se refiere a la torre vigía, donde hay que realizar una excavación, que aún no se ha llevado a cabo, porque es necesaria una consolidación previa.
Fuente: www.laverdad.es
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