26 mayo 2007

Una parte desconocida de nuestra cultura

EL CASTILLO de San Juan (Castillo Negro) y la Casa de la Pólvora acogen desde el pasado 17 de mayo y hasta el próximo 3 de junio la exposición "Arqueología Industrial", organizada por la Sede Insular de Tenerife del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Canarias.

Casi un centenar de piezas -de naturaleza y procedencia muy diversa- cuidadosamente seleccionadas, y que muestran una visión hasta ahora insospechada del rico y valioso legado material derivado de la actividad económica de un pasado no tan lejano. La muestra constituye un proyecto novedoso y único en todo el Archipiélago que pretende, entre sus objetivos principales, desmitificar la teoría ampliamente generalizada de la inexistencia o poca relevancia de nuestra herencia industrial.

Todo ello ha supuesto un gran esfuerzo por parte de los organizadores debido al proceso de destrucción acelerado a que se han visto sometidos los elementos que integran el patrimonio industrial (maquinarias, edificios, almacenes, archivos de empresa...) una vez que han dejado de cumplir las funciones de producción para las que fueron creados.

En líneas generales entendemos por patrimonio industrial el conjunto de elementos de explotación industrial generado por las actividades económicas de cada sociedad. Este patrimonio lo integran, por tanto, los restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, arquitectónico, social o científico. Incluyen no sólo edificios, equipamiento mecánico, herramientas, molinos o talleres, sino que también tienen cabida las fábricas, almacenes y depósitos, sin olvidar los emplazamientos donde se desarrollan las indusrias: la vivienda, colegios, etc. El patrimonio industrial, por tanto, debe entenderse como parte indisoluble del patrimonio cultural en general.

En esta exposición invitamos al visitante a un paseo por el tiempo, admirando el sorprendente mundo de la arqueología industrial en su vertiente insular: máquinas, herramientas, planos, fotografías (antiguas y actuales), instrumentos, maquetas... centrarán nuestra atención y nos facilitarán una mejor comprensión del fenómeno industrial en sus múltiples vertientes.

En el Castillo Negro contemplamos una muestra de las explotaciones vinculadas con los sectores agroalimentario; tabaquero; naval; construcción (carpinterías, fábricas de mosaicos, horno de cal...); químico; textil, así como el mundo del transporte por tierra y mar. Amén de los diseños planimétricos que se custodian en diferentes archivos municipales e históricos de la isla, la mayor parte de las piezas expuestas en esta sede proceden de coleccionistas particulares, entidades oficiales, fundaciones y herederos de antiguas empresas ya históricas.

Reservamos para la Casa de la Pólvora la industria dedicada a la producción y distribución de energía eléctrica, gas, agua, y petróleo. Artefactos y equipamientos mecánicos de mayor envergadura y que se ofrecen a la vista del público en general por primera vez. Es el caso de una antigua vagoneta (raíles, mandarria y quinqué de carburo) procedente de una galería de agua; alternador y turbina hidráulica de Unelco; dos originales surtidores de gasolina y el silbato de vapor (reloj de la ciudad) cedido por Cepsa; la primera máquina de luces destinada al Teatro Guimerá, entre otros interesantes vestigios.

Esta exposición pretende, en definitiva, rescatar del olvido un capítulo desconocido que tendría como punto culminante la creación de un museo de la industria canaria en el que se recogerían pruebas materiales -muchas de ellas arrinconadas en el olvido- que ilustran unos episodios aún por escribir de nuestra historia más reciente.

Fuente: El Día

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