El CSIC y un laboratorio sueco realizan análisis para la datación exacta por radiocarbono de los materiales de El Pelambre.
Se han excavado 67 hoyos en una finca de la que se extraía tierra para obras de regadío.«El hallazgo de El Pelambre permite decir que ha habido una ocupación casi continuada del terreno, con excepción de la Edad del Bronce, cuando los habitantes se desplazan a los altos» MARÍA LUZ GONZÁLEZ, arqueóloga Los restos cerámicos hallados en una finca a orillas del Esla en Villaornate -a doce kilómetros al sur de Valencia de Don Juan- confirman la existencia de la cultura Cogotas I, perteneciente a la Edad del Bronce, al norte del Duero y fijan el origen del pueblo hace 3.500-3.100 años.
En un campo de hoyos, situado en el lugar conocido como El Pelambre, se encontraron gran cantidad de fragmentos cerámicos «de buena calidad y pastas oscuras y algunos de ellos con decoración incisa hecha a mano que a veces se rellena con pasta blanca, con la típica técnica de boquique propia de las producciones de la etapa plena del Bronce», señala la arqueóloga leonesa María Luz González, coordinadora de la investigación.
Tan sólo dos de las piezas halladas en la excavación se encontraban completas. Se trata de dos cuencas de diferente tamaño, uno de ellos liso y otro con decoración incisa. Los fragmentos presentan una decoración muy variada. Las líneas cosidas, en zig-zag y en forma de espiga son las más singulares.
En total, fueron excavados 67 hoyos con una profundidad de hasta tres metros, de los cuales 45 tenían materiales de la Edad del Bronce, 15 de época tardorromana (una ollita gris y un dolium son los restos más significativos de este período); otros siete hoyos carecían de materiales.
Los hoyos eran usados como silos o almacenes para el cereal y una vez en desuso sirvieron como vertederos, lo que explicaría la abundancia de restos cerámicos encontrados. No se han detectado restos de las cabañas en las que se alojaban los moradores, pero tampoco se ha completado la excavación del campo de hoyos, que, según la arqueóloga, «continúan en dirección al pueblo de Villaornate fuera de la finca que se ha excavado».
El laboratorio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y y un centro investigador de Upsala (Suecia) realizan la datación por radiocarbono de los restos a partir de muestras de dos hoyos con materiales pertenecientes a la Edad del Bronce y de otros dos con material de época romana.
Asimismo, el CSIC realiza análisis de pólenes de hoyos de ambas épocas con el fin de conocer la vegetación en ambos períodos. Por su parte, el profesor de Prehistoria de la Universidad de León, Carlos Fernández, investiga los restos de fauna encontrados que podrían confirmar el sistema de vida agroganadera que llevaban estas gentes hace 3.500 años.
«Su subsistencia se basaba en la explotación de la tierra hasta el agotamiento», subraya la arqueóloga, de forma que abandonaban los poblados una vez acabados los recursos y se establecían en zonas próximas. Era frecuente que al cabo del tiempo regresaran a las zonas, pues pasado el tiempo la tierra se recupera.
La superposición de algunos hoyos es uno de los indicios que habla de este movimiento del poblado en busca de tierra fértil para subsistir.
El hallazgo de El Pelambre se produjo fortuitamente, hace casi un año, durante los trabajos de extracción de tierra que realizaba la empresa pública Tragsa para cubrir las tuberías de regadío en la zona, dentro de la segunda fase de las obras de la margen izquierda del Porma.
Los operarios dieron la voz de alarma al observar en el terreno unas manchas negras circulares y la empresa encargó una excavación tras consultar a la arqueóloga. En la prospección previa - en el inventario arqueológico está documentado un yacimiento de época medieval muy cercano- no se habían encontrado indicios.
En la investigación participa también Germán Delibes, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, que es considerado una de las autoridades en esta etapa prehistórica y, particularmente, en el período Cogotas I, que corresponde a la plenitud de la Edad del Bronce.
La empresa Tragsa financia todos los trabajos y análisis, así como fotografías y dibujos con vistas a la publicación de un monográfico cuya presentación se quiere hacer coincidir con la entrega de los materiales al Museo de León.
Fuente: Diario de León
No hay comentarios:
Publicar un comentario