03 marzo 2007

La ruta de Castañir muestra los valores de la arqueología minera y paisajística

Oviedo, Ángel FERNÁNDEZ ORTEGA

Esta ruta, que está bajo el epígrafe P. R. AS-188, muestra al senderista los valores de la arqueología minera y paisajística de una parte del valle de Turón. Da comienzo en las cercanías del pozo minero de San José y discurre por la ladera septentrional del cordal de Longalendo, en medio del Espacio Protegido de las Cuencas Mineras.

Este pozo se localiza en el barrio de San Francisco, adonde se accede por medio de la carretera AS-337 procedente de la A-66 a su paso por Ujo. La ruta arranca desde el panel informativo, acometiendo una pequeña subida que enlaza a los pocos metros con el kilómetro 4 del sendero Senda Verde del Valle de Turón. Seguimos su traza durante unos metros y más adelante la abandonamos, yéndonos a la derecha por el sendero P. R. AS-188 que remonta una ladera restaurada hasta culminarla. Allí mismo, y girando a la izquierda, profundizamos al Este siguiendo la traza de un viejo ferrocarril minero, cruzando un antiguo polvorín y la bocamina del que fue el grupo minero de San Francisco, fechada en el año 1923.

Continuamos sin apenas desnivel siguiendo la misma traza, bajo la maraña vegetal de un bosque de castaños hasta enlazar con el barrio de Tablao. Aquí abordamos la carretera local en sentido descendente hasta alcanzar el área recreativa de Tablao. Mesas y bancos se distribuyen por su entorno, donde también se localiza un campo de fútbol, como también la bocamina del 3.º de San Benigno, de principios del siglo XX. Justamente aquí abandonamos la carretera que desciende al valle, continuando a la derecha por una antigua trinchera del ferrocarril que se interna en un bosque de castaños con ejemplares de gran tamaño. Aún se conservan las corras donde se almacenaba el fruto.

Por allí llegamos a la aldea de Candanal, que distribuye sus casas de arquitectura tradicional por un rellano de la ladera. Es un pueblo medio deshabitado y está situado a una altitud de 435 m (4,4 km en 1 h de marcha). La senda cruza el pueblo y, pasado un arroyo, gana altura hacia la derecha, subiendo la ladera entre castaños para después volver a la izquierda en el siguiente crucero.
Descendemos ligeramente con decidido paso hacia la contigua aldea de Castañir (434 m), que está enclavada sobre una plataforma del valle que se asoma hacia él desde un espectacular mirador.
Presenta un grupo de viviendas habitadas ocasionalmente y repartidas por el entorno con una riqueza constructiva rica en el tipismo popular, con hórreos y balcones con madera de vetusta arquitectura tradicional. El sendero prosigue en llano bajo la tupida floresta hasta alcanzar el siguiente crucero de caminos. Por la izquierda se accede a la bocamina del 4.º de San Pedro. Un corto tramo nos conduce hacia ella, ubicada a 400 m de altitud en la ladera del cordal de Longalendo. Esta bocamina se abrió en el año 1891, según consta en la epigrafía que orla su frontis. Fue una de las primeras explotaciones que levantó Hulleras del Turón durante los años de 1880. Esta mina se considera como la más antigua de las que aún se conservan de las cuencas mineras asturianas.

Muy cerca de la bocamina, y dentro de una finca que fue antigua plaza de maniobras, se encuentra el polvorín minero más antiguo que se supone, pues está datado junto al mismo grupo minero del 4.º de San Pedro.

Tras la visita retomamos de nuevo la ruta prevista y, desde el crucero anterior (410 m) (5,4 km en 1 h y 25 min de marcha), nos adentramos por la margen izquierda del río Inverniego, siguiendo la huella de una pista forestal que se adentra en un tupido bosque. Se recorre este tramo sin apenas desnivel para cruzar el río hacia la vertiente opuesta. Lo hacemos tras dejar a la derecha de la marcha un viejo molino (450 m) (6,2 km en 1 h y 45 min de marcha), que está en mal estado de conservación.
Tras cruzar el río por el vetusto puente, la senda encara un nuevo remonte hasta toparnos con un crucero. Siguiendo las marcas seguimos a la derecha, avanzando por este ancestral camino real que está empedrado en una buena parte. En la cota 511 metros observamos a la derecha las marcas mineras (enmascaradas de forma natural por el matorral) que han dejado los escombros extraídos de lo que fue la explotación del 6.º de San Pedro. Se conserva la bocamina y el edificio del compresor de aire comprimido.
La ruta prosigue sin variar el rumbo hasta ejecutar un giro a la izquierda para comenzar el tramo más costoso de la ascensión. En medio de esta curva, y mirando al cauce del río, encontraremos uno de los «caleros» más sobresalientes de los que jalonan esta ladera de Longalendo.

El itinerario progresa hacia arriba, escorándose ligeramente a la izquierda hasta concluir en el camino real de Fresneo (P. R. AS-35 Ruta de las Brañas Turonesas). Una vez aquí (617 m) (8,9 km en 2 h de marcha), variamos el rumbo a la izquierda para retroceder de manera ondulante a Ablaneo por la abandonada aldea de Cotarente. Llegamos a Ablaneo (592 m) (9,3 km en 2 h y 15 min de marcha), cuya estructura urbanística se aferra a un promontorio que da vista a todo el valle de Turón. Es una aldea que está habitada ocasionalmente y posee todo un catálogo de valores etnográficos que guardan una estrecha relación con la topología arquitectónica de los caseríos asturianos, entre los que sobresale el típico lavadero público.

En el límite superior de la carretera de acceso eludimos ésta, marchando a la derecha por el tradicional camino que desciende al valle. La ruta se interna nuevamente en el bosque, que está surcado en plano descendente por esta ruta que aún conserva la armadura de piedras en muchos de sus tramos. En la bajada eludimos varios cruces hasta que alcanzamos el apartado caserío de Corrales (493 m) (10,2 km de recorrido). Aquí se descubre uno de los asentamientos tradicionales, ahora deshabitado, que mantiene en pie la casa, el hórreo y el horno de pan.

Tras rebasarlo, el camino desciende invariablemente hasta conectar con la Senda Verde del Valle de Turón en las proximidades del barrio de San Andrés (315 m) (11,9 km en 3 h de marcha). Aquí giramos a la izquierda y por este sendero (P. R. 100.1) retornamos al punto de partida recorriendo 3 kilómetros hasta culminar en el barrio de San Francisco (263 m) (15 km en 3 h y 30 min de marcha).

fuente: La Nueva España

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