La Casa de la Moneda de Segovia conserva muchos ejemplos de arqueología industrial que deben ser documentados y respetados.
CARLOS ÁLVARO/SEGOVIA
Igual que las pirámides, los acueductos, las calzadas romanas, los castillos o las catedrales son el legado patrimonial de un pasado ya muy lejano, las fábricas, la maquinaria o las herramientas de los oficios son vestigios de la actividad humana más reciente.
La arqueología industrial es una de las ramas más recientes de la arqueología, que tiene por objeto el estudio de los lugares, los métodos y la maquinaria utilizada por la industria. El término 'arqueología industrial' surge en 1955 a raíz de un artículo publicado por Michael Rix de la Universidad de Birmingham en Inglaterra y va parejo al concepto de patrimonio industrial, según estudios desarrollados sobre la materia.
Bien, pues, la Casa de la Moneda es rica en elementos arqueológicos de este tipo, que se conservan en rincones y lugares que han aguantado la mella del tiempo, y los trabajos que se están desarrollando en el interior de la Ceca tendrán que tener en cuenta y respetar, pues de hecho se trata del monumento histórico-industrial más antiguo e importante de España, declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León.
En la arqueología industrial, que no se desarrolla en el subsuelo como la tradicional del paleolítico, la de la antigüedad, es tan importante la labor del arqueólogo, que debe saber buscar, limpiar, fotografiar e identificar los detalles, como la del historiador, fundamental para la interpretación de lo encontrado.
Función
En la Casa de la Moneda hay múltiples vestigios del patrimonio industrial, algunos más antiguos que otros, pero casi todos relacionados con la función para la que fue construido en 1583 el Real Ingenio, es decir, con la acuñación de moneda. Inscripciones, restos de hornos, pinturas ornamentales en determinados paramentos constituyen parte de ese legado que el nuevo edificio que salga de la rehabilitación deberá conservar.
A nadie escapa que el estudio arqueológico que la Junta debe autorizar debe tener en cuenta este patrimonio industrial, pues es clave para la interpretación futura de la historia de esta fábrica industrial única no solo en España sino también en el mundo, según los expertos. Esos signos o señales existentes en muros y paredes arrojan datos que revelan la historia y la identidad del inmueble, construido por mandato de Felipe II y bajo la dirección del arquitecto Juan de Herrera. Evidentemente, el estudio arqueológico debe recoger la inspección del contenido del subsuelo, pues se trata de un requisito obligatorio y exigido por las leyes correspondientes a zonas especialmente protegidas por la declaración de Bien de Interés Cultural, como es el caso de la Ceca segoviana. La Casa de la Moneda no es cualquier edificio porque es testimonio de una época y va estrechamente unido al esplendor de la ciudad.
fuente: El Norte de Castilla
Igual que las pirámides, los acueductos, las calzadas romanas, los castillos o las catedrales son el legado patrimonial de un pasado ya muy lejano, las fábricas, la maquinaria o las herramientas de los oficios son vestigios de la actividad humana más reciente.
La arqueología industrial es una de las ramas más recientes de la arqueología, que tiene por objeto el estudio de los lugares, los métodos y la maquinaria utilizada por la industria. El término 'arqueología industrial' surge en 1955 a raíz de un artículo publicado por Michael Rix de la Universidad de Birmingham en Inglaterra y va parejo al concepto de patrimonio industrial, según estudios desarrollados sobre la materia.
Bien, pues, la Casa de la Moneda es rica en elementos arqueológicos de este tipo, que se conservan en rincones y lugares que han aguantado la mella del tiempo, y los trabajos que se están desarrollando en el interior de la Ceca tendrán que tener en cuenta y respetar, pues de hecho se trata del monumento histórico-industrial más antiguo e importante de España, declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León.
En la arqueología industrial, que no se desarrolla en el subsuelo como la tradicional del paleolítico, la de la antigüedad, es tan importante la labor del arqueólogo, que debe saber buscar, limpiar, fotografiar e identificar los detalles, como la del historiador, fundamental para la interpretación de lo encontrado.
Función
En la Casa de la Moneda hay múltiples vestigios del patrimonio industrial, algunos más antiguos que otros, pero casi todos relacionados con la función para la que fue construido en 1583 el Real Ingenio, es decir, con la acuñación de moneda. Inscripciones, restos de hornos, pinturas ornamentales en determinados paramentos constituyen parte de ese legado que el nuevo edificio que salga de la rehabilitación deberá conservar.
A nadie escapa que el estudio arqueológico que la Junta debe autorizar debe tener en cuenta este patrimonio industrial, pues es clave para la interpretación futura de la historia de esta fábrica industrial única no solo en España sino también en el mundo, según los expertos. Esos signos o señales existentes en muros y paredes arrojan datos que revelan la historia y la identidad del inmueble, construido por mandato de Felipe II y bajo la dirección del arquitecto Juan de Herrera. Evidentemente, el estudio arqueológico debe recoger la inspección del contenido del subsuelo, pues se trata de un requisito obligatorio y exigido por las leyes correspondientes a zonas especialmente protegidas por la declaración de Bien de Interés Cultural, como es el caso de la Ceca segoviana. La Casa de la Moneda no es cualquier edificio porque es testimonio de una época y va estrechamente unido al esplendor de la ciudad.
fuente: El Norte de Castilla
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