A partir del próximo mes de julio, los vigueses ya podrán visitar el yacimiento de la villa romana de Toralla, una casa de campo de los siglo III-IV, con funciones residenciales y productivas relacionadas con la explotación de los recursos primarios del campo y del mar.
Después de varios años de trabajos y cerca de un millón de euros de inversión, este importante enclave de la historia local podrá ser recorrido por los vigueses. Sin embargo, esta reconstrucción parcial de una villa de época romana carecerá de un centro de interpretación, como recogía en un principio el proyecto museístico encargado por el Concello. La razón de esta ausencia está en negativa de la Dirección General de Costas y de la Consellería de Política Territorial a autorizar la construcción de dicho edificio donde en la actualidad se encuentran las ruinas de la casa de los Mirambell.
«Habrá que presentar un nuevo proyecto para que Costas y la Xunta nos digan qué debemos hacer para construir el centro de interpretación que, desde mi punto de vista, debe servir para toda la ciudad», afirma Ignacio López-Chaves, concejal de Cultura. Esta es la principal prioridad que se ha el equipo de gobierno desde el punto de vista patrimonial.
Ignacio López-Chaves aún no sabe si este centro de interpretación estará ubicado en la finca Mirambell o en algún otro sitio relacionado con la arqueología, como puede ser el propio Museo Municipal Quiñones de León.
Diversidad y cantidad
La función de este edificio será informar sobre la totalidad de yacimientos arqueológicos que existen en la ciudad. El centro de interpretación actuará como la meta de una ruta que recorrerá diversos puntos de interés arqueológico dentro del término municipal.
El Plan Xeral de Ordenación Municipal recogía, en su aprobación inicial, una gran diversidad de elementos arqueológicos en Vigo. Se decía que había 27 castros, 59 petroglifos, 44 mámoas, 3 villas romanas, 2 puentes, 5 necrópolis, una torre, 2 fábricas de salazón, 2 concheros, un monasterio, 2 eremitorios y 2 cuevas. Una variedad y cantidad inusitada para una ciudad industrial como es Vigo.
Un punto importante de esta ruta será el monte de O Castro. La pasada semana, el edil de Cultura presentaba un proyecto destinado a actuar sobre los restos castreños del monte de O Castro. La empresa de arqueología Ares realizará un cierre perimetral del yacimiento, tareas de consolidación de los diferentes elementos que lo conforman, así como una profunda limpieza de toda la zona. «El estado de conservación del yacimiento de O Castro no es grave pero sí necesita una urgente puesta en valor», decía la arqueóloga Herminia Rodríguez, de la empresa Ares.
Dos nuevas salinas
Volviendo a la finca de Toralla, en esta última campaña, el arqueólogo de la Universidade de Vigo Fermín Pérez ha encontrado dos salinas en una zona muy próxima a la casa. Este hecho ha corroborado la teoría que otorgaba a esta villa una actividad productiva relacionada con el mar.
Una de las partes mejor reconstruidas de la villa es la que estaba ocupada por las termas. Los visitantes podrán ver in situ cómo era el hipocausto, el sistema de calefacción del suelo. En el exterior se construía un horno y el aire caliente producido se llevaba por canalizaciones situadas bajo el suelo, cuyas baldosas se sustentaban sobre pilas de ladrillos.
Fuente: La Voz
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