Los restos de la ciudad de Tiermes han persistido durante tantos siglos por estar parcialmente tallados en la roca arenisca, circunstancia que permite el resalte de puertas, ventanas, escaleras, casas, calles.
Los últimos hallazgos arqueológicos en Tiermes (Soria) ratifican este yacimiento como uno de los más importantes de la península Ibérica para comprender las culturas romanas y celtibéricas. Los descubrimientos de la última campaña de excavaciones, desvelados por Santiago Martínez Caballero, confirman que este lugar del suroeste de la provincia de Soria es uno de los "más importantes" de España. El sistema de canalización de aguas residuales complementa la variedad de vestigios que rememoran la vida de los que habitaron el actual municipio de Montejo de Tiermes hace más de 2.000 años, la denominada "Pompeya española" por el arqueólogo Blas Taracena.
La plaza, el pórtico Sur, el monumento a Tiberio, la capilla en forma de ábside, el pozo fundacional, el templo tipo del emperador Nerón y la calle porticada constituyen los elementos que configuran la antigua metrópoli romana. En consecuencia, el director del yacimiento arqueológico reclamó de las administraciones la colaboración necesaria para la conservación y protección necesaria para la difusión de todos los descubrimientos, tanto los que corresponden al periodo romano como al celta.
Aunque los primeros trabajos en este yacimiento se remontan a 1888, los resultados más espectaculares no llegaron hasta la década de los setenta. José Luis Argente Oliver coordinó con otros arqueólogos las actuaciones en diferentes zonas del yacimiento hasta su prematura muerte, en 1998, a través de un proyecto sistemático de intervención en el yacimiento, que se vio acompañado por el interés de presentar al gran público los resultados de los mismos, tanto a través de numerosas publicaciones como mediante la puesta en valor de los conjuntos arquitectónicos que paulatinamente salieron a la luz. La continuidad del proyecto "LIFE" será determinante para continuar con las excavaciones si los promotores consiguen otro millón de euros para financiar futuras intervenciones.
Los primeros datos sobre población en la zona se pueden fechar en el Neolítico; a partir del siglo XV a.C. se documenta un periodo de más de 35 siglos de ocupación ininterrumpida que comienza en la Edad del Bronce (poblado de Carratiermes), continúa en la I y II Edad del Hierro y el mundo celtibérico (necrópolis de Carratiermes, oppidum de Termes), sigue en época romana (municipium de Termes) y visigoda (tumbas del Foro), hasta alcanzar el mundo medieval (necrópolis del río altomedieval, necrópolis de la Ermita bajomedieval, iglesia y el hoy desaparecido monasterio de Santa María de Tiermes).
Termas y mosaicos.
Santiago Martínez resaltó la trascendencia de los hallazgos tanto para los expertos como para los visitantes de la villa: el acueducto romano fue construido en la primera mitad del siglo I; el foro Flavio en la segunda mitad, mientras que el origen del templo se remonta al siglo I antes de Cristo.
La veintena de localizaciones se completa con las termas, el edificio de mosaicos, partes del teatro, los restos de las murallas y las necrópolis. Los restos de la ciudad de Tiermes han persistido durante tantos siglos por estar parcialmente tallados en la roca arenisca, circunstancia que permite el resalte de puertas, ventanas, escaleras, casas, calles, etcétera.
Los metros de sedimentos y escombros acumulados a lo largo de los años han contribuido a proteger los históricos habitáculos. Así, más allá de los tópicos y epítetos como los que pronunció en los años treinta Blas Taracena, la realidad es que los restos del antiguo "oppidum" celtibérico y de la ciudad romana son uno de los yacimientos arqueológicos españoles más interesantes del país.
La actual investigación arqueológica, dirigida por Santiago Martínez, se centra en el Foro, donde es necesario clarificar aspectos arqueológicos e históricos para llevar a cabo primero desde la perspectiva de la difusión un renovación en la presentación al público del yacimiento, que rentabilice socialmente las amplias potencialidades del sitio.
Asimismo, en el plano estrictamente científico se sigue investigando para revisar y extraer nuevas conclusiones en cuanto al desarrollo histórico de la ciudad, de su territorio y la compleja relación arqueológica de una ciudad celtíbera hasta su conversión en una monumental ciudad romana, una vez que en la actual arqueología española y europea existen planteamientos novedosos sobre el contexto histórico-cultural.
Fuente: El Heraldo
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