La decoración de la pieza es geométrica, con nudos de Salomón y entrelazos, y podría ser del siglo IV. El director general de Patrimonio reconoció que el hallazgo "es de gran importancia".
Las excavaciones arqueológicas que se están realizando en el interior de la catedral de Tarazona acaban de dar dos grandes sorpresas a los investigadores: un mosaico romano de decenas de metros cuadrados de superficie y el primitivo ábside románico de la seo turisasonense.
El primero de los hallazgos ha sido una sorpresa para el equipo de restauración, no así el segundo. Porque el plan director presentado por el arquitecto Fernando Aguerri hace 10 años contemplaba desde el primer momento la investigación documental. Si en el apartado arqueológico se cuenta con José Francisco Casabona, en el artístico e histórico participa Carmen Gómez Urdáñez, que ya hace tiempo encontró documentación antigua que atestigua la existencia de un templo cristiano del siglo XII en el mismo emplazamiento de la catedral gótica.
Las excavaciones arqueológicas que se han emprendido hace unos meses en la cabecera del templo (cuando lo ha hecho posible la marcha de las obras en esa zona de la catedral), han venido a confirmar la existencia del ábside, cuyos restos se esperan recuperar por completo, y, a un tiempo, se han descubierto dos capiteles de ese primitivo ábside.
Comunicados los hallazgos al Gobierno de Aragón, el Departamento de Cultura quiere presentarlos públicamente dentro de unos días, cuando se hayan completado la excavación y la limpieza de los restos. Jaime Vicente, director general de Patrimonio, reconocía ayer a preguntas de HERALDO que los hallazgos "son de gran importancia". "Estamos terminando aún de sacar los restos y queremos evaluarlos antes de presentarlos. Pero se puede decir que van a ser una muy buena noticia para Tarazona y para Aragón".
Del mosaico ha aparecido un fragmento de unos 100 metros cuadrados: no es figurativo, sino que la decoración es geométrica, con nudos de Salomón y entrelazos. Según algunas fuentes, es del siglo IV y guarda muchos paralelismos con el de la villa de La Malena, en Azuara.
Lamentablemente, dada la orientación que tiene, si hubiera alguna escena -como es el caso de La Malena, donde están representadas las bodas de Cadmo y Harmonia-, ésta se ubicaría en el exterior del templo, en la calle, lo que aumenta las posibilidades de que haya sido destruido. "La estancia donde ha aparecido debía pertenecer a una construcción bastante importante, extramuros de la ciudad y vinculada seguramente a la gran necrópolis tardorromana que se ha encontrado -apunta Jaime Vicente-. En las excavaciones que dirige José Francisco Casabona no han aparecido apenas restos de época musulmana, lo que nos indica que la mezquita estuvo en otro lugar".
Las pinturas, espectaculares
Tan importantes como los hallazgos arqueológicos son los que se están llevando a cabo en altura. Buena parte del interior de la catedral tenía pintura mural, que ha llegado a nuestros días oculta por una capa de pintura. Hace un par de años ya se dieron a conocer algunos hallazgos. Pero está apareciendo más superficie pintada, y en estado aceptable de conservación.
Algunos, quizá llevados por el entusiasmo, están empezando a hablar de la catedral de Tarazona como de la "capilla sixtina aragonesa". Fernando Aguerri se muestra cauto: "Todo se está haciendo según quedó establecido en el plan director presentado en 1997 -asegura-. Y la historiadora del arte Carmen Gómez Urdáñez estudia desde entonces el patrimonio del templo. Ella se ocupa, además de la investigación documental, de estudiar la iconografía que presentan las pinturas, que ganan en importancia según avanza la restauración. El conjunto va a sorprender por su belleza".
Para el arquitecto, lo importante es que en el templo ya no hay apeos (estructuras para sostener el peso del edificio) y que se camina con paso firme para inaugurar la cabecera de la catedral en 2008. Y si el Ministerio de Cultura diera un 'empujoncito' a la parte de las obras que se ha comprometido a costear, el templo podría abrirse al público ese mismo año.
Fuente: El Heraldo
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