Arte | Piezas curiosas del Museo Provincial
La procedencia de esta herramienta de equitación fabricada probablemente entrelos siglos IV y V es conocida, pero se desconocen las circunstancias de su hallazgo.
(Firma: Benigno Lázare | Lugar: lugo) Un elemento aparentemente tan sencillo como la cama de freno de caballo dio lugar a múltiples interpretaciones, clasificaciones y estudios. La cama es la pieza circular que va colocada lateralmente, una en cada extremo de la boca del animal, unidas por un eje.
El Museo Provincial conserva una de bronce procedente del Castro de San Adrián, en el municipio de Triacastela. Aunque corresponde a un depósito realizado por la Consellería de Cultura, se desconocen las circunstancias de su hallazgo, porque no fue localizada como resultado de una excavación arqueológica sistemática, según señala Ofelia Carnero, la responsable de la sala de Arqueología.
Precisamente, por esa circunstancia los arqueólogos tampoco pudieron establecer una fecha concreta, pero teniendo en cuenta otros ejemplares similares consideran que se puede datar entre los siglos IV y V.
La pieza fue entregada en el Museo como depósito provisional en diciembre del año 2001. El estudio previo fue realizado por Gonzalo Meijide, arqueólogo de la delegación provincial de la Consellería de Cultura. Se trata de un disco de bronce calado, dividido en cuatro cuadrantes por cuatro radios dispuestos en cruz, tres de los cuales rematan en esferas en la parte externa del disco, ya que en estas piezas la interna es lisa para evitar que causen daños en la piel al animal.
Los cuadrantes, están subdivididos por otros radios y decorados con motivos calados curvos, decoración que es diferente a la de todas las camas que figuran en las clasificaciones revisadas para su estudio, según matiza Ofelia Carnero. También señala que en la perforación circular que tiene en el centro para engastar el eje del freno no se aprecia desgaste, por lo que es de suponer que esta cama nunca llegase a ser estrenada.
Cinco grandes grupos
La cama tiene un diámetro de 7,4 centímetros; tres milímetros de grosor; 9,8 centímetros de altura total y 87 de anchura. Pesa 96 gramos y fue fundida en bronce, utilizando un molde y retocada a lima. La cara interna, pese a estar pulida, aún conserva algunas rebabas en las figuras.
Debido a la importancia de los caballos a lo largo de la historia, todos los elementos y piezas relacionados con ellos también la tenían. En la época de los romanos la cabezada ya había experimentado avances y ya se conocían los frenos articulados, que mejoraban la maniobrabilidad de los caballos. Esa importancia explica también la gran variedad de elementos y, solamente en España, Palol diferenció cinco grandes grupos de camas, según su ornamentación.
Según señala Ofelia Carnero, en general las camas circulares con decoración geométrica fueron fundidas en bronce y retocadas con lima. Fueron localizados casos en los que la cama no fue fundida en una sola pieza, sino en dos coladas diferentes, posteriormente soldadas. También hay algunas fabricadas en hierro batido. La figuración puede ser geométrica o animal o figurativa.
De acuerdo con múltiples indicios, entre los siglos IV y VI estos objetos ya se fabricaron en los talleres hispánicos. Carnero señala que su estudio se ve dificultado porque circulan en el comercio de antigüedades, perdiéndose datos cruciales para datarlas.
Fuente: La Voz de Galicia
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