Fernando Garcés, José Luis Pellicer y Alberto Porlan, repasan la historia de los grandes faraones.
Julio Castro. Madrid.
De Heródoto a Napoleón, de los románticos ingleses a los turistas del siglo XXI, en los 5.000 años que han transcurrido desde su nacimiento no ha cesado la fascinación del hombre por el Antiguo Egipto.
Una fascinación que viene de «la perpetua sorpresa ante unas realizaciones inconmensurables en una época tan temprana».
Ésa es, al menos, la justificación de José Ángel Martos, el periodista barcelonés que ha coordinado la edición de Faraón ( Aguilar), una obra imprescindible para sumergirse en los misterios de la civilización del Nilo, escrita por Fernando Garcés, José Luis Pellicer y Alberto Porlan.
A lo largo de casi 500 páginas, los autores repasan la historia de los faraones y dinastías más importantes, las polémicas de la historia de Egipto, las teorías sobre la construcción de las pirámides y las creencias en el Más Allá.«Hacia el 3100 a. de C. -recuerda Martos- ya existe un pueblo con tanto poder como para unificar el Alto y el Bajo Egipto. Son prósperos y ricos y hacia el 2650 ya son capaces de construir la primera pirámide, la escalonada de Zóser. Y lo asombroso es que todo este poder y estas tradiciones duraran tres milenios casi intactas. A mí, desde luego, me sigue sorprendiendo».
Este espíritu de curiosidad y esta fascinación son, precisamente, las líneas maestras que han presidido la elaboración de este libro, destinado tanto a los lectores con cierto conocimiento del tema como a los que llegan por primera vez a él. Un objetivo que José Ángel Martos domina -es redactor jefe de la revista de divulgación histórica Clío-, como ya demostró en su obra anterior, El primer emperador, que constituye la primera biografía en español de Qin, el constructor de la Muralla China.
Del academicismo a la novela.
«Lo que pasa muchas veces es que las obras históricas son muy concretas y académicas, no aptas para el público general. Así que la gente, cuando tiene ganas de conocer algo sobre una época o una civilización se acaba yendo a las novelas históricas, que muchas veces tienen más de novela que de historia». Desde este punto de vista, Faraón es una rara avis, no sólo por su afán de «todo en uno», sino también por lo actualizada que está su información y por la facilidad de su lectura. Y hecha por españoles...».
«Es cierto que Zahi Hawas, el jefe del Consejo General de Antigüedades, lo lleva todo de una forma algo personalista. Pero este interés por tenerlo todo bajo control ha cristalizado en una política estructurada, un poco desesperante para los arqueólogos occidentales, todo hay que decirlo. La tesis de que el islam ha querido borrar de la historia de Egipto toda la época faraónica es falsa».
Fuente: Diario de León.
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