11/01/2007 LUIS ORDOÑEZ
- Imagen de la muralla del castro de Tremao de Carballo, en Cangas del Narcea.
Foto:
No muy lejos del pueblo de Tremao de Carballo, en Cangas del Narcea, en una ladera sobre la que se domina el valle de Cibea, un equipo de arquólogos asturianos han sacado a la luz, después de siglos de estar cubierta por la vegetación, la muralla de un castro astur que destaca por su altura, hasta cuatro metros, y por su consevación, casi intacta en algunos tramos.
El castro de Tremao de Carballo es el objeto de estudio de los arqueólogos Alfonso Fanjul, David Flórez y Aljandro García Alvarez-Busto, quienes, gracias al apoyo del ayuntamiento de Cangas, han iniciado las primeras fases en la investigación de este reducto astur.
"Nos han llamado la atención, tanto las dimensiones del castro, como la cantidad de materiales arqueológicos que hay, y con muy buena conservación", destacó Alfonso Fanjul quien añadió que, los resultados hallados hasta ahora son "difícilmente clasificables" aunque aumentan su interés dados los pocos estudios "de castros que hay en esa zona". El equipo de arqueólogos inició sus investigaciones con materiales que habían sidop recogidos por vecinos de la zona entre los que destacaron piezas de molinos, carámicas romanas decoradas, o broches, pliques y agujas de bronce.
Cómo se ha conservado tan bien una muralla tan antigua? En opinión de Fanjul, y a falta de que se inicien las excavaciones del yacimiento a lo largo del presente año, los investigadores apuntan a que "durante la Edad media pudo haberse utilizado como fortificación. Se habla de un Castillo de Tresmato que creemos es este castro por lo que la muralla se habría estado utilizando varios siglos más".
Debido a que el castro pudo haber sido poblado durante mucho tiempo y a que todavía no han comenzado las excavaciones, Fanjul no quiso definir el origen concreto del castro aunque señaló que "hay materiales que entran desde la protohistoria asturiana al mundo romano".
A lo largo de la campaña llevada a cabo por los arqueólogos en 2006, se descubrió la muralla cubierta por la vegetación. Una muralla que de módulos , según los investigadores que, por las características de su estructura es típica de las poblaciones castreñas asturianas entre el siglo VI antes de Cristo hasta la romanización.
Los arqueólogos han descubierto, además, otras estructuras defensivas que acompañan la muralla aunque aún no han confirmado si delimitaban el antiguo poblado. Los investigadores creen que el de Tremao de Carballo es "un castro de grandes dimensiones, uno de los más grandes en extensión del suroccidente asturiano".
Los arqueólogos apuntaron que se encuentran a la espera de los permisos necesarios para iniciar las excavaciones.
Fuente: La Voz de Asturias
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