Los restos óseos de un felino de edad juvenil de la época prehispánica, tiestos y obsidiana es lo que han encontrado investigadores de la Fundación Nacional de Arqueología de El Salvador (FUNDAR) en las entrañas de la acrópolis del sitio arqueológico San Andrés (San Juan Opico).
El 27 de diciembre, FUNDAR inició la ejecución del Proyecto Acrópolis San Andrés, con el que pretenden excavar un túnel de 40 metros, bordeando la gran plaza del lugar.
Las acrópolis son relativamente comunes en los centros políticos mayas, y generalmente son identificadas como sectores de residencia élite y monumentos funerarios, según documentos de FUNDAR.
En el caso de San Andrés, la acrópolis fue enterrada hace más de mil años por manos indígenas, quienes depositaron alrededor de 600,000 adobes sobre ella, según Zachary Revene, uno de los investigadores de FUNDAR.
La intención indígena era crear la gran plaza, y con ello sellaron las bases de la primera construcción, que quedó 6 metros abajo. Arqueólogos han identificado cinco pisos sobre el original. “Quedó sellado y por eso lo que esté adentro está muy bien conservado”, explicó Revene.
El túnel tiene ya 3 metros de profundidad, mide 95 centímetros de ancho y 2.20 metros de alto. El felino fue encontrado cuando los arqueólogos se habían adentrando un poco más de 2 metros en la acrópolis.
“No sabemos qué especie es con exactitud. Pudiera ser un tigrillo, un ocelote, un puma o un jaguar”, explicó Paul Amaroli, de FUNDAR.
Los restos óseos del felino se encontraron en buenas condiciones, hasta “se puede ver parte de la piel a un lado de la quijada. Cuando lo encontramos, incluso había un olor a animal muerto”, aseveró Revene.
Una de las hipótesis de los investigadores es que el animal fue una ofrenda para el inicio del relleno con adobes. Estaba envuelto en una especie de petate.
Amaroli explicó que una especialista en zooarqueología está analizando fotografías de los restos del felino para una primera evaluación.
Los arqueólogos han encontrado también restos de zacate, probablemente de la época prehispánica, debido a la buena conservación del lugar.
La investigación
En los extremos norte y poniente de la actual acrópolis de San Andrés, se encuentra una serie de cuartos. Los arqueólogos los interpretan como el área de residencia de la élite gobernante en ese lugar, cuyo apogeo fue entre los años 600 y 900 después de Cristo (período clásico tardío).
Es abajo de esas estructuras de los gobernantes mayas donde se podrían encontrar los primeros palacios construidos en el lugar por los mayas. Ese es el objetivo del túnel cavado por FUNDAR, además de poder establecer una fecha probable de las primeras construcciones.
La última excavación en San Andrés fue hace 11 años, cuando encontraron la estructura número 5, “La campana”.
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