La iglesia de una aldea de Sober conserva una pieza de singular valor arqueológico
Una inscripción alude a una divinidad indígena mencionada en muy pocos lugares
(Firma: C. Rueda | F. Albo | Lugar: monforte)
La presencia de la civilización romana en tierras de Sober está atestiguada por diversos vestigios arqueológicos repartidos por el territorio del municipio que poco a poco han ido siendo descubiertos e identificados. La parroquia de Liñarán posee una parte importante de este legado arqueológico, representado por una ara o altar romano. Esta singular pieza forma hoy parte de la iglesia de San Martiño de Liñarán, en el pueblo de A Pousa.
El ara romana se conservó inadvertidamente al ser aprovechada como base para una columna sobre la que se apoya un pórtico o cobertizo, en la parte lateral izquierda de la iglesia. La piedra, por cierto, fue colocada al revés, de forma que la inscripción ha quedado invertida. La columna colocada sobre el ara también es de origen antiguo. Ambas piezas, al igual que otra columna que está encastrada en el muro frontal de la iglesia, proceden al parecer del monte de San Roque, a unos quinientos metros del pueblo de A Pousa. En la cima de este monte había dos capillas muy antiguas, la de San Roque y la de Santa Catalina, de las que apenas quedan restos en la actualidad. El ara fue encontrada en las ruinas de la capilla de San Roque, mientras que las columnas aparecieron en el entorno de ambas capillas.
En el ara puede leerse una inscripción latina que dice lo siguiente: «Lvcvbo arqvieno b civilivs hispanvs v.s.l.m.». Según la traducción realizada por el historiador Nicandro Ares Vázquez: «Cayo Julio César Hispano pagó gustoso en justicia el voto a los Lúguves Arquienos». El texto alude, parece ser, a un voto de agradecimiento a una divinidad indígena romanizada. Se trata de una inscripción de gran rareza y de marcado valor arqueológico, ya que sólo se conocen otras dos inscripciones que mencionen a estas divinidad, que fueron localizadas en Castillón -en el vecino municipio de Pantón- y en el lugar de Sinoga, en Outeiro de Rei. Se cree, por lo tanto, que la primitiva capilla de San Roque se levantó sobre un lugar que ya tenía un valor religioso en épocas anteriores a la propagación del cristianismo.
«Vale quen ten»
Por otra parte, la iglesia de San Martiño de Liñarán, de planta y ábside rectangular, es de fábrica reciente y no ofrece mayor interés desde el punto de vista arquitectónico o artístico, aunque probablemente fue reconstruida sobre otra edificación bastante más antigua. El templo es conocido en la zona por un dicho popular que afirma que el sonido del repique de su campana parece decir: «vale quen ten». En agosto se celebra en este lugar una fiesta en honor a San Roque, que antiguamente reunía a una gran cantidad de romeros procedentes de toda la comarca. La romería se celebra en las afueras del pueblo, a unos cincuenta metros de las viviendas y a pocos pasos del arroyo de Pousavedra, también llamado de Liñarán. A escasos metros del escenario de la romería y a orillas del arroyo se encuentra el molino de O Cura. Está en buen estado de conservación, aunque dejó de moler hace varios años.
A unos cuatrocientos metros de A Pousa está el pueblo de Fondo de Vila, en el que destaca una casa grande que posee diversos motivos de interés arquitectónico situados en su fachada y en el interior de la vivienda. Destaca en ella especialmente una antigua piedra labrada con motivos florales que está actualmente incorporada a un muro.
Fuente: La Voz de Galicia
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