16 marzo 2006
El Rey presidirá el XX Congreso Internacional sobre "La Frontera Romana" 4-11 septiembre 2006.
Más de 300 investigadores de Europa y África compartirán sus trabajos de arqueología. El Auditorio será el escenario de la apertura y clausura de estas jornadas científicas .
El Rey ha aceptado la presidencia de honor del Congreso Internacional Estudios sobre Frontera Romana que se celebrará en León entre el cuatro y el once de septiembre. El presidente de este simposio, Ángel Morillo, ya ha recibido la comunicación de la Casa del Rey, en la que, además, se deja la puerta abierta a que Don Juan Carlos o algún otro miembro de la familia real presida la ceremonia de inauguración o clausura del Congreso.
Las jornadas científicas, a las que ya se han apuntado más de 300 personalidades europeas y africanas, pretenden que arqueólogos de todo el mundo compartan y discutan sus descubrimientos en arqueología militar romana. El Auditorio será el escenario para la inauguración del Congreso, apertura que estará protagonizada de manera relevante por las comunicaciones de los expertos españoles. El resto de los días, y dado el gran volumen de presentaciones y mesas de trabajo, serán las facultades de Biológicas y Filosofía y Derecho las que albergarán las jornadas.
El Congreso Internacional de Estudios sobre Frontera Romana fue fundado en 1949 en la Universidad de Newcastle. A partir de ese primer encuentro, el proyecto se ha mantenido a lo largo de más de medio siglo mediante reuniones periódicas celebradas cada tres años. Tan sólo acontecimientos como la guerra en Croacia a comienzos de los años noventa han impedido el encuentro. El último Congreso, celebrado en Pécs (Hungría) en el mes de septiembre del 2003, fue la decimonovena edición de esta larga serie.
Concebido en un principio como un foro de reunión de los por entonces escasos especialistas, principalmente británicos y alemanes, en cuestiones realtivas a Arqueología romana de las regiones fronterizas, el espectacular desarrollo de la Arqueología Militar Romana durante la segunda mitad del siglo XX en los países del norte de Europa ha incrementado de manera progresiva el número de participantes en dichos eventos.
A nadie se le oculta que las competencias militares en el Imperio romano eran mucho más numerosas que las asignadas al ejército de manera prioritaria. A las necesidades de los soldados hay que agregar su papel de consumidores y productores, es decir, su función económica y su incidencia en el mundo de las mentalidades y la cultura, sea sacra o profana.
La importancia de León La arqueología ha puesto de relieve además el amplio radio de acción del ejército, constatando hechos de enorme interés, como su incidencia en la articulación del poblamiento, especialmente la creación de aglomeraciones demográficas a partir del desarrollo de los canabae y vicus en áreas de frontera o zonas de largo estacionamiento. La relación entre el mundo militar y civil es uno de los campos de máximo interés en la actualidad porque el ejército provocaba un efecto llamada sobre la población civil y así veteranos, campesinos, artesanos, comerciantes o prostitutas se concentraban junto a los campamentos.
A juicio de Ángel Morillo, la ciudad de León estaba predestinada, por su propia historia como sede, primero de la Legio VI Victrix y más tarde de la Legio VII Gemina, a acoger el principal Congreso mundial sobre arqueología militar romana. «Es seguramente una de las ciudades hispanas con mayores posibilidades de ofrecer resultados históricos sobre el fecundo mundo militar romano en Hispania», explica el profesor. Además, recuerda que el actual avance de las excavaciones confirma el papel primordial del ejército en estas tierras, con toda la fuerza de lo estatal y toda la proyección sobre la población civil con sus correspondientes implicaciones socioeconómicas, religiosas y culturales.
Fuente: Diario de León.
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