02 marzo 2006

Bolivia: El Gobierno detiene la venta de 62 piezas arqueológicas


El Gobierno de Bolivia, a través del Viceministerio de Cultura y la Cancillería, ha detenido la comercialización de 62 piezas arqueológicas tiwanakotas bolivianas que se ofertaban en la página web http:/inca.cypdirect.com. Este portal, originado en Ontario (Canadá), no está en uso desde ayer, después que el Ministerio de Relaciones Exteriores hiciera el reclamo oficial ante el Gobierno canadiense.

A raíz de una denuncia de la Sociedad de Arqueología, La Razón comprobó el pasado martes que en la página web “Collection of Tiwanaku” se vendía la colección adquirida en 1984 por el ahora difunto Joseph Jedidah Hirsh. Kerus, vasijas de cerámica con figuras humanas y zoomórficas de la cultura colla aymara se ofertaban a precios que oscilaban entre $us 10.000 y 17.000; cuando según las leyes bolivianas, toda pieza arqueológica es de propiedad del Estado y no puede ser comercializada ni exportada.

Ante la evidencia y en miras de detener la compra, primero y recuperar la colección, después; el Viceministerio de Cultura presentó ayer ante la Embajada de Canadá un reclamo oficial amparado en la convención de 1970 de la Unesco, donde tanto Bolivia como Canadá y otros países firmaron un convenio contra el tráfico ilícito de los bienes culturales. “Nos basamos también en las normas bolivianas que prohíben la comercialización de los bienes culturales como el Artículo 191 de la CPE y el Decreto Supremo 5918 del 6 de noviembre de 1961”, aseguró el viceministro de Culturas, Edgar Arandia, quien recalcó que la documentación presentada en el portal es falsa. “Han falsificado el sello de la Unar”, dijo.

Con él coincide Alejandro Machicao, encargado de Cultura de la Cancillería, quien afirma que incluso los números de registro de las piezas presentados en el portal son inventados. “Son fraguados y la firma de Jorge Arellano fue falsificada”, sostuvo.

De acuerdo a Machicao, la colección Hirsh se encuentra actualmente en Nueva York (EEUU), por lo que se investiga a los responsables de su comercialización en Canadá. “Está claro que las piezas no pueden ser vendidas, así que esperamos llegar a un acuerdo con los actuales propietarios para que las piezas regresen al país”, enfatizó.

Un comité agilizará la repatriación

La viuda Hirsh, heredera de la colección, está dispuesta a devolver las piezas siempre y cuando se le desembolse por gastos y se haga un reconocimiento a su esposo. “Los Hirsh pagaron en 1984 por las piezas pero fueron sorprendidos en su buena fe”, asegura Alejando Machicao, responsable de Cultura de la Cancillería quien promueve, hace meses, que el Congreso negocie con la dueña.

Agilizar esta repatriación es el primer objetivo del Consejo de Defensa de Patrimonio, que hoy entra en funcionamiento.

“El 80% de las piezas son auténticas”

“El 80% de las piezas son auténticas”, asegura Alejandro Machicao, quien pudo examinar la colección Hirsh personalmente en Estados Unidos hace seis años. Sin embargo, los expertos de la Dirección Nacional de Arqueología nunca accedieron al lote después que, el 2002, se frustró un intento de inspección.

“De acuerdo a informes de reconocidos arqueólogos internacionales, sabemos que hay réplicas. Sin embargo, la Dinar sólo vio fotos”, manifestó Rolando Saravia, de la Dirección del Viceministerio de Cultura.

LA COLECCIÓN HIRSH

Colección • En 1984 salieron del país 62 cerámicas tiwanakotas de manera ilegal, pues se falsificaron todos los documentos.

Comprador • La colección fue adquirida por Joseph Jedidah Hirsh. A su muerte, la heredó su viuda, que vive en EEUU.

Comercialización • El portal http://inca.cypdirect.com ofertó hasta ayer las 62 piezas arqueológicas en precios entre $us 10.000 y 17.000. Presentó avales falsificados.

Repatriación • Tras parar la venta, el Gobierno tramita el regreso de la colección patrimonial, que no puede ser vendida.

Fuente: La Razón Bolivia

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