02 marzo 2006

Arqueólogos polacos descubren el cemeterio más antiguo de Europa.

Arqueólogos polacos descubrieron en el norte de Polonia cinco tumbas de hace diez mil años, los enterramientos más antiguos de Europa fuera de las cavernas, informó hoy el director de la expedición, Marian Marciniak.

El hallazgo fue realizado a orillas del río Drweca, cerca de la ciudad de Bydgoszcz, al norte del país, por un grupo de científicos dirigidos por Marciniak, director del museo de Brodnica.

Al presentar hoy los resultados de la expedición arqueológica, Marcianiak reveló que en las cinco tumbas fueron enterradas seis personas, un hombre, una mujer y cuatro niños.

El científico cree que los cuerpos enterrados pertenecieron a miembros de una misma familia asentada junto a un pequeño lago en el que vivían muchas tortugas.
Según los científicos, hace 10.000 años las aguas del río Drweca pasaban por el lago ya inexistente, en torno al cual se concentraba la vida, ya que el resto de la zona era una inhóspita tundra. A medida que fue calentándose el clima las condiciones de vida fueron mejorando y la tundra se convirtió en un espeso bosque de abedules y pinos, lleno de animales.

Los arqueólogos encontraron junto a las tumbas muchos utensilios y herramientas de piedra, así como vestigios de una choza de madera.

Los análisis indican que la mujer, que yacía sobre un costado abrazando a un niño de entre un año y medio y tres años y medio, tenía entre 18 y 21 años, mientras que en las tumbas restantes yacían un bebé de varios meses, un niño de 5 a 7 años, otro de 7 a 11 años y un varón adulto de edad indefinida. Las paredes de las tumbas estaban reforzadas con tablas de pino y todos los cuerpos estaban recubiertos de una mezcla de ocre y arena.

El varón adulto fue enterrado sentado sobre una especie de "sillón" de arena, mientras que los cuerpos restantes yacían estirados con las cabezas hacia el lugar de nacimiento del sol en primavera. Los arqueólogos descubrieron también el menú de la familia, a base de lucios, tortugas, ciervos, jabalíes, alces y bisontes. La abundancia de la caza está certificada no solamente por los huesos hallados, sino también por los dientes encontrados en las tumbas, en particular en la del niño de 7-11 años, cuya cabeza y tronco estaban rodeados de dientes de los citados animales que, como suponen los arqueólogos, en vida los tenía cosidos a la ropa que usaba como adornos o amuletos.

Los científicos encontraron en total en las cinco tumbas 300 dientes de ciervos, alces, bisontes y jabalíes, cantidad que equivale a unos 100 animales. Aunque no se sabe nada sobre la vida espiritual de la familia del Drweca los arqueólogos creen que el jabalí pudo ser su tótem, porque encontraron los huesos quemados de un animal adulto, cuidadosamente limpiados y metidos en los restos de una especie de bolsa de cuero, mientras que todos los demás huesos hallados tenían huellas de haber sido mordidos.

Fuente: Levante-emv.

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