Luis Caro Dobón junto a María Edén Fernández en la osteoteca de la Universidad |
La investigación antropológica permitirá averiguar las características de la población medieval de León
Los restos hallados pertenecen a infantes, monjes y abades, entre ellos el del confesor de Felipe II
El profesor de Antropología Física de la Universidad de León, Luis Caro Dobón, ha puesto en marcha el estudio antropológico de los enterramientos del monasterio de San Miguel de Escalada. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos debido, entre otras cosas, al número de individuos exhumados: 390 en total. Esta cifra de inhumaciones es un hecho muy poco frecuente y permitirá hacer estudios de población, convirtiéndose en referente en España. Además, la época que engloba este enterramiento abarca desde la Baja Edad Media hasta la Alta Edad Moderna.
A la par de la antropología biológica se establece también la social, ya que no puede hablarse de unos restos sin referirse a su contexto y a los factores que rodearon su vida y su muerte. Estudiando los huesos se puede descubrir el desarrollo de los músculos y, de esta manera, comprender el tipo de trabajo y de vida que llevó el finado.
El objetivo de esta investigación es avanzar en el conocimiento biológico de grandes poblaciones históricas de Castilla y León, y al mismo tiempo, trabajar en el establecimiento y consolidación de un fondo osteológico documental que permita el análisis pormenorizado de otros estudios arqueológicos e históricos. El análisis incluirá la elaboración de un informe antropológico detallado de cada una de las inhumaciones, haciendo referencia al sexo y la edad de cada uno de los restos, así como de la observación de los caracteres sexuales óseos craneales y postcraneales. Junto a esto, se detallarán las particularidades patológicas de relevancia que pueda presentar la inhumación, con especial referencia a la patología bucodental. Con posterioridad, se realizarán los estudios de enfermedades y los de población.
Esta investigación sucede a la que también realizó Luis Caro en 1996 y que se centró en el estudio de 108 individuos.
Los restos hallados pertenecen a monjes, abades e infantes que, desde el siglo décimo, fueron enterrados en el monasterio y que son vitales para demostrar la importancia que el centro religioso ejerció sobre la vida económica, social y cultural de la época. Cabe destacar que, entre los cuerpos hallados, podría encontrarse el de Santo Gonzalo o el del confesor de Felipe II.
Una de las curiosidades de esta investigación radica en la gran cantidad de niños y fetos que se encontraron en una de las zonas del monasterio. En este «limbo» se enterraban los cuerpos de todos aquellos que no habían sido bautizados.
Más tiempo para investigar
Luis Caro Dobón ha manifestado que, a pesar de su empeño en conseguir que los resultados de la investigación puedan ser presentados cuanto antes, en este momento tiene un problema acuciante de falta de tiempo.
Con el fin de dedicarse por entero a la investigación, solicitó al Rectorado un año sabático sin que, por el momento, haya recibido contestación alguna a esta petición. Además, el profesor critica que, al no haber tenido acceso a una resolución denegatoria razonada, no puede ejercer su derecho de recurso, lo que le deja en una posición de indefensión.
Fuente: Diario de León
El profesor de Antropología Física de la Universidad de León, Luis Caro Dobón, ha puesto en marcha el estudio antropológico de los enterramientos del monasterio de San Miguel de Escalada. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos debido, entre otras cosas, al número de individuos exhumados: 390 en total. Esta cifra de inhumaciones es un hecho muy poco frecuente y permitirá hacer estudios de población, convirtiéndose en referente en España. Además, la época que engloba este enterramiento abarca desde la Baja Edad Media hasta la Alta Edad Moderna.
A la par de la antropología biológica se establece también la social, ya que no puede hablarse de unos restos sin referirse a su contexto y a los factores que rodearon su vida y su muerte. Estudiando los huesos se puede descubrir el desarrollo de los músculos y, de esta manera, comprender el tipo de trabajo y de vida que llevó el finado.
El objetivo de esta investigación es avanzar en el conocimiento biológico de grandes poblaciones históricas de Castilla y León, y al mismo tiempo, trabajar en el establecimiento y consolidación de un fondo osteológico documental que permita el análisis pormenorizado de otros estudios arqueológicos e históricos. El análisis incluirá la elaboración de un informe antropológico detallado de cada una de las inhumaciones, haciendo referencia al sexo y la edad de cada uno de los restos, así como de la observación de los caracteres sexuales óseos craneales y postcraneales. Junto a esto, se detallarán las particularidades patológicas de relevancia que pueda presentar la inhumación, con especial referencia a la patología bucodental. Con posterioridad, se realizarán los estudios de enfermedades y los de población.
Esta investigación sucede a la que también realizó Luis Caro en 1996 y que se centró en el estudio de 108 individuos.
Los restos hallados pertenecen a monjes, abades e infantes que, desde el siglo décimo, fueron enterrados en el monasterio y que son vitales para demostrar la importancia que el centro religioso ejerció sobre la vida económica, social y cultural de la época. Cabe destacar que, entre los cuerpos hallados, podría encontrarse el de Santo Gonzalo o el del confesor de Felipe II.
Una de las curiosidades de esta investigación radica en la gran cantidad de niños y fetos que se encontraron en una de las zonas del monasterio. En este «limbo» se enterraban los cuerpos de todos aquellos que no habían sido bautizados.
Más tiempo para investigar
Luis Caro Dobón ha manifestado que, a pesar de su empeño en conseguir que los resultados de la investigación puedan ser presentados cuanto antes, en este momento tiene un problema acuciante de falta de tiempo.
Con el fin de dedicarse por entero a la investigación, solicitó al Rectorado un año sabático sin que, por el momento, haya recibido contestación alguna a esta petición. Además, el profesor critica que, al no haber tenido acceso a una resolución denegatoria razonada, no puede ejercer su derecho de recurso, lo que le deja en una posición de indefensión.
Fuente: Diario de León
1 comentario:
gracias por mencionarnos en tu blog :)
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