Tras su primer mes en el cargo, el director de la institución provincial analiza los retos que tiene por delante: el éxito de la futura ampliación y aumentar la cifra de visitantes.
Su trayectoria le perfilaba como el candidato más completo para ponerse al frente del Museo Provincial de Cádiz: especialista en Historia del Arte, experimentado arqueólogo y, durante 15 años, coordinador del Gabinete de Bellas Artes, suma entre sus méritos el haber participado en el diseño del nuevo plan museográfico en el que se haya inmersa la institución.
Aún así, «nunca me lo planteé», asegura, y hace extensible su humildad a su idea de museo: «es el resultado de un trabajo en equipo». Amable y distendido, sólo se muestra incómodo ante los flashes de la notoriedad y se ríe recordando que la gente le confunde con su hermano, Lorenzo, junto a quien escribió la célebre Guía artística y monumental de Cádiz.
Transcurrido un mes de su nombramiento, continúa tomando como ejemplo la labor de su predecesor, Antonio Álvarez, y convencido de que la mejor apuesta de futuro es la difusión.
-La ilusión que le sobrevino al conocer su designación, ¿a qué ha dado paso una vez que ha tomado contacto con la realidad del puesto?-Lo veo igual de ilusionante que el primer día. El contacto con la realidad no ha hecho que baje ni un ápice esa sensación. Eso sí, con el respeto propio de quien se enfrenta a algo nuevo y con la conciencia de que se trata de un reto que encierra su complejidad.
-Con su trayectoria, parecería que la dirección del Museo Provincial era su puesto natural...-No existe un puesto natural. A pesar de que trabajar en el Museo siempre me ha atraído mucho, nunca me había planteado estar en la dirección. La verdad es que fue una sorpresa. Hasta ahora, mi relación con el patrimonio la tenía bien canalizada a través del Gabinete Pedagógico y por haber participado en el diseño del plan museográfico. Nunca me paré a pensar en la posibilidad de que Antonio Álvarez, quien ha hecho una gran gestión, pudiera marcharse.
-¿Cómo concibe su labor?-Es un trabajo en equipo. Mi idea es continuar la labor del anterior director junto con los técnicos, que me han acogido muy bien, son muy eficientes y coherentes y abarcan todas las ramas. Es importante tener en cuenta que además de lo que se expone, aquí también se realizan labores de conservación e investigación.
-¿Qué planes tiene para su gestión?-Seguir el ritmo que ya tiene marcado el Museo. No es un sitio que comience de cero, ya tiene actuaciones consolidadas, aunque siempre se puede hacer algo nuevo. El objetivo principal es la ampliación que lo va a convertir en un museo completamente nuevo. Otro aspecto que me interesa mucho es la cuestión de la difusión, que sea un lugar de visita al que la gente acuda periódicamente. Por eso vamos a incidir mucho en las actividades, que sean atractivas tanto al público local como para los visitantes.
Plan museográfico.
-¿En qué fase se encuentra la ampliación del Museo?
-Está muy avanzada. Ahora estamos trabajando en terminarlo y supondrá un museo completamente distinto tras la incorporación de la Escuela de Arte, el antiguo Conservatorio y la Casa Pinillos. Es un momento complicado pero muy atractivo. Normalmente en un museo sólo puedes hacer cambios puntuales, sin embargo aquí se va a hacer una reforma integral, de manera que me ha tocado vivir un momento complicado pero muy apasionante. Técnicos del Museo y expertos externos venimos trabajando en equipo con muy buenos resultados y pronto daremos a conocer las líneas maestras del nuevo plan.
-El de Cádiz es uno de los pocos museos andaluces que año a año incrementar su número de visitantes, ¿cómo mantendrá la tendencia?-Primero hay que mantener el número y si se supera, mejor. Por eso es importante la difusión, que es un trabajo del día a día. El patrimonio ya existe, pero la difusión es nueva cada día. Las actividades que se han venido desarrollando son las más idóneas, están bien enfocadas y dan cabida a otros campos del arte: música, danza, teatro...
-¿Cree que los ciudadanos conocen y valoran debidamente su Museo?-
Saben que existe el Museo, que forma parte del patrimonio cultural como puede ser la Catedral o la Santa Cueva... pero una cosa es conocerlo y otra frecuentarlo y me gustaría que todos fueran visitantes habituales. Se tiene la idea de que es algo inamovible, pero aquí no es así porque el Museo puede ofrecer muchas caras distintas. De hecho, estamos planificando hacer visitas con un hilo conductor temático. Tenemos pensado organizar recorridos por los fondos del museo desde distintos puntos de vista.
-Ahora que se habla tanto del 2012, ¿cuál será la aportación del Museo Provincial a esta celebración?-De cara a 2012 la gran aportación sería tener la ampliación terminada, pero la obra es compleja. Si se consiguiera sería un gran logro por parte del Ministerio de Cultura y la Junta, porque aunque parece que aún queda mucho tiempo, lo cierto es que está a la vuelta de la esquina.
-Al margen de la ampliación, ¿qué proyectos son más inmediatos?
-A principios de abril contaremos con la exposición La luz y la noche de África de Pilar Millán y, más adelante, otra de Carmen Bustamante. Además, el próximo día 13, dentro del ciclo Voces en el Museo, contaremos con una disertación de Caballero Bonald sobre un vaso tartésico. Ana Rossetti y Benítez Reyes, serán otros de los participantes. Y es que la dimensión poética de los objetos es uno de los placeres menos conocidos que ofrecen los museos.
Fuente: La Voz digital
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