Los vestigios humanos de Atapuerca (provincia de Burgos, norte de España) pasarán a estar representados este fin de semana de manera permanente en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Réplicas de dos cráneos de ese sitio paleontológico, uno de los mas fecundos de Europa, figurarán en una nueva sala que la institución abrirá el sábado y recogerá la mas amplia muestra nunca exhibida sobre la evolución del hombre.
La primera es una reproducción del cráneo del llamado 'Niño de la Gran Dolina', de 800.000 años de antigüedad y que debe su nombre al yacimiento de Atapuerca donde se produjo el descubrimiento.
La importancia del 'Niño de la Gran Dolina', un ejemplar del conocido como 'Homo Antecesor', radica en que su hallazgo a mediados de los noventa mostró que los homínidos emigraron de Africa a Europa cientos de miles de años antes de lo que suponían los especialistas.
El cráneo, del que la parte mejor conservada son los maxilares, pertenece a un niño que cuando murió tenía unos once años y 'fue uno de los primeros europeos', comentó a EFE el comisario de la exhibición, el antropólogo Ian Tattersall.
El experto norteamericano subrayó que el descubrimiento del 'Niño de la Gran Dolina' dio un vuelco a la idea de que los homínidos se establecieron en suelo europeo hace medio millón de años.
'Su descubrimiento permite pensar que los primeros homínidos europeos vivieron hace alrededor de un millón de años', comentó Tattersall, que realizo la replica en coordinación con el director de las excavaciones de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga.
La otra reproducción del sitio paleontológico burgalés que se integrará en el museo neoyorquino es una replica del clasificado como 'Craneo numero 5', que pertenecía a un pariente temprano del Hombre de Neandertal.
El cráneo, que se ha podido reconstruir casi por entero y corresponde a un individuo que vivió hace 400.000 años, fue excavado en la Sima de los Huesos, otro de los yacimientos de Atapuerca mas ricos en restos paleontológicos.
Ambas piezas forman parte de las mas de doscientos vestigios y replicas que componen la nueva exhibición del museo, que se expondrá en la bautizada como Sala Spitzer sobre Orígenes Humanos, cuya preparación le ha llevado los dos últimos años a Tattersall.
El fósil más antiguo representado es un esqueleto del llamado Sahelanthropus Tchadensis, que vivió en Chad hace más de seis millones de años y uno de los primeros homínidos.
Tampoco falta una replica de Lucy, el ejemplar femenino de Australopitecus Afarensis de hace tres millones y medio de años, que fue descubierto a mediados de los setenta en Etiopía y posiblemente es el vestigio antropológico mas popular del globo.
El fósil debe su nombre, y buen parte de su fama, a la canción de los Beatles 'Lucy in The Sky with Diamonds', que sus excavadores escucharon en un radio casete la noche del descubrimiento.
Además de lo exhaustivo de la colección, la novedad de la muestra es que se trata de la primera que combina rastros antropológicos y reproducciones de restos humanos con pruebas de ADN, en un inédito ejercicio multidisciplinar.
Las replicas están acompañadas de gráficos elaborados con el ADN extraído de los originales y que muestran lo poco que han evolucionado genéticamente los hombres de sus parientes mas próximos, los simios.
Y los propios hombres entre si.
Según el director del departamento de estudios moleculares del museo, Rob Desalle, los hombres actuales comparten con los chimpancés el 98,8 por ciento de su material genético -mas que los chimpancés con el gorila-, y el 99,9 por ciento entre ellos mismos, con independencia de su raza y color.
Fuente: Terra Actualidad
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