Caja España, uno de los promotores del Patronato, aprobará la inversión del centro artístico en marzo. Se exhibirán 10.000 volúmenes y mil tesoros únicos de la civilización mesopotámica.
Después de años de espera, el sueño del profesor holandés Adriano Van Dijk dista pocos meses de cumplirse. Según ha asegurado el impulsor del Instituto Bíblico y Oriental, Jesús García Recio, el museo podría abrir sus puertas en el otoño y lo hará en cuatro plantas de las dependencias de San Isidoro en la plaza de Santo Martino.
Financiado por Caja España y el empresario leonés David Álvarez, propietario del grupo Eulen y de las conocidas bodegas Vega Sicilia, este proyecto contempla la exposición del legado del sabio holandés, que consta de diez mil volúmenes (incluidos textos cuneiformes, egipcios, hebreos, arameos, coptos y etiópicos), que constituyen la mejor biblioteca asiriológica y que aspiran a ser un referente en egiptología. Además, atesora más de mil piezas pertenecientes a la civilización bañada por los ríos con los que comienza la historia del mundo.
La colección incluye textos cuneiformes que datan del 3.100 a.C, conjuros en arameo, terracotas mesopotámicas con escenas de la vida campestre, cartas paleobabilónicas (algunas con su correspondiente sobre de arcilla que nunca han sido abiertas y que, por lo tanto, todavía no han sido descifradas), cilindros-sellos que se utilizaban para certificar documentos en el 2.400 a.C, o bulas y esferas pequeñas en las que se anotaba lo que se pagaba a los jornaleros.
Desde Caja España se ha asegurado que el próximo mes se aprobará la cantidad exacta que se invertirá en este proyecto, en el transcurso de su asamblea. No obstante, se recuerda que la Obra Social de la entidad financiera aporta cada año 90.000 euros para los cursos, seminarios y conferencias del instituto. También merece reseñarse el papel que el empresario David Álvarez ha tenido en este gran proyecto, ya que desde hace años financia la compra de nuevos tesoros para aumentar la colección y fue además la persona que asumió la iniciativa después de que fuera desdeñada por otras instituciones.
El objetivo de la fundación es dar a conocer de manera divulgativa y accesible a todo el mundo una colección que explica en buena medida los orígenes y fundamentos de la civilización actual. Para ello no sólo se exhibirán los tesoros de la colección, sino que, desde hace varios años, se celebran cursos de lenguas como el sumerio, el egipcio jeroglífico, el ugarítico, el hebreo, el latín y el griego. Además, los estudios se sitúan en la línea de la tradición bíblica y oriental leonesa. En este sentido, cabe destacar que la leonesa Egeria, en el siglo IV, realizó excavaciones en el Oriente antiguo. También hay que subrayar las reliquias que Santo Martino recopiló durante sus peregrinaciones y las realizadas por Cipriano de la Huerga, fundador del Instituto de Lenguas Orientales de Alcalá de Henares en el siglo XVI.
Fuente: Diario de León.
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