Bajo el monumental estadio del Deportivo Cali reposan los restos de una comunidad indígena con más de 2.000 años de antigüedad.- Halladas cerca de 46 tumbas, entre las que sobresalió la de una chamana, primera de la que se tenga noticia en el país.
En el lote de 200 mil metros cuadrados en los que se alzó el majestuoso estadio de suites y palcos, antropólogos de la Universidad Nacional de Colombia excavaron un antiguo cementerio, cuyos restos pertenecen a una comunidad afín con la denominada Cultura Malagana, que habitó el Valle Geográfico del río Cauca del año 500 a.C. al 500 d.C.
Al abrir las primeras zapatas (huecos en el subsuelo para sentar las columnas de la obra) brotaron concentraciones de cerámica y paulatinamente se hallaron tumbas de las que se extrajeron esqueletos de niños, mujeres y hombres.
Entre los enterramientos se diferenció el de una mujer que había sido sepultada boca abajo y rodeada por útiles hechos en huesos humanos, que según los expertos corresponde a los restos de la que sería la primera chamana de la que se tenga documentación arqueológica en la historia prehispánica del país.
Los antropólogos lo infirieron por la posición en que fue hallada, pues, “por tradición, los indígenas enterraban a los sabedores boca abajo, para que liberaran toda la energía y ésta se incrustara en la tierra. Así se evitaba que fuera absorbida por los demás”, explica Sonia Blanco, arqueóloga de la Universidad Nacional y funcionaria del Inciva.
Entre los artefactos encontrados en este entierro llamaron la atención de los investigadores útiles elaborados en hueso humano (principalmente radios y cúbitos) los cuales podrían relacionarse con actividades curativas como desangrar en cierta medida al enfermo para buscar su alivio. También se hallaron útiles en hueso animal utilizados posiblemente para el consumo de sustancias alucinógenas.
Paulatinamente se fueron hallando fragmentos de carbón, semillas, huesos de animales, cerámica fina con incrustaciones y formas que representaban el entorno en que vivía el grupo aborigen. A los científicos les sorprendió el descubrimiento de zanjas de drenaje que, al parecer, fueron construidas por los indígenas para evacuar el agua del terreno, que se caracteriza por ser húmedo y pantanoso.
“Tales evidencias señalan la afinidad de esta comunidad con la denominada Cultura Malagana”, explica el científico José Vicente Rodríguez, Coordinador antropológico de la investigación en la que participan estudiantes de distintos semestres de la carrera de Antropología de la Universidad Nacional de Colombia.
Evidencias de matriarcado.
Según su análisis: “al parecer el poder del grupo aborigen estuvo concentrado en manos de las mujeres, es decir, que hubo un matriarcado, pues los esqueletos femeninos se encuentran en excelente estado de conservación y con indumentarias y adornos que dan cuenta de su importancia dentro de la comunidad”.
Según el profesor Rodríguez, estos hallazgos replantean la hipótesis de que este territorio anegadizo fue poblado recientemente por grupos migratorios de la región Calima. Al contrario, estos indígenas quizás son descendientes de los primeros cazadores y recolectores, pues los cráneos analizados se caracterizan por ser dolicocéfalos (alargados), similares a los cazadores y recolectores de poblaciones antiguas.
Fuente: Unimedios
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