05 octubre 2006

‘Sisapo’, un tesoro bajo tierra, de diez hectáreas, aún por descubrir

Las campañas arqueológicas se vienen realizando desde los 90 de forma periódica
Marta Moya / Puertollano
En la presente campaña en torno al yacimiento de Sisapo, en la aldea de La Bienvenida, los trabajos se han centrado en el desarrollo de la excavación de la gran ‘Domus de Columnas Rojas’, concretamente en la zona Sur con el descubrimiento de habitaciones que se corresponden con lo que un día fueron almacenes. Asimismo se ha procedido a la reposición de un mosaico a su espacio original, que fue extraído en los 90 de un cubiculum dentro de la casa, junto a labores de acondicionamiento y restauración. Como proyectos inmediatos destaca la conclusión de las excavaciones de la Domus hacia el Sur y el Oeste, mientras a medio plazo se prevé el inicio de las excavaciones del anfiteatro, situado en las inmediaciones de la Domus.
En el sector centro-occidental del Valle de Alcudia, concretamente en la aldea de La Bienvenida, pedanía del término municipal de Almodóvar del Campo, se alza una meseta, de 620 metros de altitud, artificial, formada por la erosión de restos arqueológicos, una meseta que ha sido testigo a través de los siglos del paso de diferentes civilizaciones, desde la orientalizante del Siglo VIII al VI a. C. a la Ibérica del V al I a. C. hasta la romana del II. a. C. al V. después de Cristo, momento en el que la ciudad yaciente es abandonada definitivamente con la caída del Imperio Romano. Una ciudad, Sisapo, aproximadamente de 10 hectáreas, que se expande dentro de los límites de una gran muralla, en la que los primeros descubrimientos han girado en torno a un edificio público y la ‘Domus’, una gran casa romana, en cuyas inmediaciones a través de catas también se ha descubierto un anfiteatro.
Aunque las investigaciones sobre el yacimiento comienzan en el S. XX no será hasta los 80 cuando tengan lugar las primeras investigaciones sistemáticas, siendo a partir de los años 90 el momento a partir del que se realizan campañas de forma periódica, que se centran fundamentalmente en la excavación de la denominada ‘Domus de las Columnas Rojas’, una auténtica gran casa romana de estilo itálico, donde durante la presente campaña se ha continuado su excavación.
En concreto las labores se han desarrollado en la zona sur, descubriendo unas habitaciones que se corresponden con almacenes, de donde se han extraído estratos de la época tardorromana del siglo IV, según explicó el arqueólogo, y uno de los responsables del proyecto, German Estebán.
Otra de las actuaciones más importantes este año ha sido la reposición de un mosaico extraído a mediados de los años 90, integrándolo en su espacio original, el cubiculum, dentro de la casa, aparte de las labores de acondicionamiento dentro del área 1 de la zona central del yacimiento con la consiguiente reposición de graba, drenajes, adecuación de estructuras, restauración de muros, entre otras, señaló.
A corto plazo el proyecto más inmediato es concluir la excavación de la Domus, hacia el sur y el oeste, además de todas las tareas necesarias de conservación y protección con vistas a su exposición pública futura.
No obstante, ha llegado octubre y con él el cierre del periodo de excavaciones, por lo que a partir de la semana próxima comenzarán los trabajos de protección de la zona hasta la siguiente campaña.

La Domus
La gran casa de columnas rojas, de estructura típica romana, denominada así por su revestimiento y pintura, que ha sido retirada para protegerla de la intemperie, fue construida en la época de Augusto. Consta de puerta de entrada situada en la calle principal, ‘Cardo Máximo’, y ‘Peristilo’, espacio central a modo de patio en torno a un jardín y un estanque, alrededor de donde se encontraban todas las dependencias. Así, se puede contemplar en la zona este estancias denominadas ‘Tabernae’, tiendas que dan a la calle donde se intercambiaban o vendían productos, mientras hacia el interior se han descubierto habitaciones de transformación, documentando una en concreto utilizada para el aceite, ‘torcularium’.
Avanzando aparece un cubiculum secundario, una de las habitaciones con mosaico con motivos de abanicos, mientras en el frente oeste hay dos de las habitaciones principales, por un lado el ‘tablinum’, despacho del dominus o señor de la casa, y por otro el cubiculum principal.
En la esquina sureste, se encuentra la cocina principal, aunque hay otra secundaria documentada en otro espacio.
La zona suroeste, por su parte, está muy saqueada en época tardorromana para la obtención de elementos constructivos, explica Esteban, lo que hace pensar que pudo tratarse de una zona termal.
Ya en la zona sur encontramos un pasillo monumental de acceso desde el patio que precede a la habitación principal, ‘triclinium’ o comedor, de 100 metros cuadrados, con un mosaico conservado rico en imágenes que muestra motivos de banquete dionisiaco, máscaras y animales marinos, entre otros. Y sin embargo, pese al avanzado estado de desarrollo de las excavaciones, aún queda por descubrir partes de la casa hacia el sur y hacia el oeste.
La ciudad, Sisapo
Partiendo de la propia estructura de la enorme Domus, se puede ver el urbanismo de las ciudades romanas, octogonal a base de manzanas organizadas, de las que ya ha quedado definida una de ellas, que es la ocupada por la Domus, además de parte de otra ocupada por un edificio público, punto original de las excavaciones en los años 50, que pudo ser un mercado o una palestra, según comenta German Estebán. Se trata de un espacio que fue saqueado, de ahí la dificultad de determinar la funcionalidad exacta del edificio. No obstante, según destaca el arqueólogo su estructura es típica de mercado, al tratarse de un edificio fortificado que pudo albergar tiendas, con una parte de pavimentación de ladrillos cubierta, y con mesas donde poner los productos en la parte central. No obstante, enfatiza, también pudo tratarse de una palestra a modo de gimnasio, con un pórtico donde realizaban actividades deportivas.
Asimismo en las inmediaciones se encuentra el anfiteatro, en torno al que se realizarán excavaciones a medio plazo, según apuntó Estebán, mientras en lo que concierne a la muralla que rodea la ciudad, se ha descubierto en el flanco sureste, puerta principal, un lienzo.
Se trata, por tanto, de una auténtica ciudad romana, una ciudad que gestionaba la zona minera, rica en plata, plomo y cinabrio, que constituyó una importante sociedad la ‘Sisaponense’ de la que se tiene referencias por obras de Cicerone en la que se citaba a Marco Antonio como socio de dicha sociedad.
Una ciudad aún por descubrir, que tardará todavía generaciones enteras en ver la luz tras largos siglos oculta bajo su propia tierra.

Fuente: http://www.lanzadigital.com/

Más información: Proyecto Sisapo

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