19 octubre 2006

El proyecto de viviendas de San Andrés deberá respetar los restos aparecidos


La salvaguarda del yacimiento arqueológico impide que se hagan aparcamientos subterráneos. Algunos propietarios anuncian que recurrirán, y otros que pedirán compensaciones.

CELIA HERRERA/MÉRIDA

El proyecto de construcción de un edificio de viviendas de lujo en el solar de San Andrés, en pleno centro de la ciudad, tendrá que respetar el yacimiento arqueológico que se ocultaba en el subsuelo y que ha dado numerosas alegrías a los estudiosos y amantes del patrimonio histórico de Mérida por la riqueza y variedad temporal de los restos.

Entre los más destacables por su espectacularidad se encuentra un mosaico romano de casi 60 metros cuadrados, hallado a principios de año a cuatro metros de profundidad.

Aunque el mosaico no se encuentra completo, fue definido como uno de los más importantes descubiertos en los últimos 15 años en la ciudad, tanto por su amplitud como por su estado de conservación y la riqueza de su contenido.

También se encontró un foso y una muralla árabes, del siglo IX, cuya existencia se desconocía hasta el momento.

Muchos datos novedosos

Su descubrimiento supuso el replanteamiento de todo lo que se creía saber sobre el urbanismo emeritense durante la ocupación árabe y confirmó el despoblamiento progresivo que sufrió la ciudad en apenas unos siglos, lo que obligó a sus habitantes a empequeñecer las murallas para defenderlas mejor.

Junto a la puerta de la muralla apareció además una figura de mármol con forma de león, que podría haber pertenecido originariamente a una tumba romana de la época de la fundación de la ciudad, reutilizada después en la etapa islámica.

Además, aparecieron los restos de cuatro iglesias, una de ellas visigoda, que se conocía sólo por fuentes históricas, así como una calzada y restos de casas romanas, varios cementerios superpuestos desde el siglo XI hasta el XIX, y varias casas islámicas.

A todo esto se añade que, al poner al descubierto los muros de la iglesia de Santo Domingo, que da nombre a la plaza aledaña, se pudo averiguar que este templo era el más grande de la ciudad, mayor aún que los de Santa María y Santa Eulalia.

Toda esta riqueza arqueológica se concentra en apenas 2.500 metros cuadrados del solar que ocupaba antes el convento de San Andrés, que se encontraba hace unos años en estado ruinoso, y que sus propietarios pretendían reconvertir en «el mejor edificio de la ciudad», tal como explica uno de los dueños, Juan Luis Hernández de la Rosa.

El proyecto prevé la construcción de 18 viviendas de lujo, un aparcamiento subterráneo con capacidad para 100 vehículos y un local comercial de unos 1.200 metros cuadrados.

Ya cuenta con la licencia previa municipal desde que una sentencia judicial considerara que podía ejecutarse siempre que respetara los elementos del convento que se encuentran catalogados como Bien de Interés Cultural: la portada, la espadaña y la ermita. Sólo estaba pendiente de la excavación arqueológica.

Los dueños se reunirán

Los dueños del solar ya estaban avisados por los informes preliminares de que no podrían construir los aparcamientos subterráneos, auténtico valor del proyecto dada la escasez y dificultad de estacionamiento en esta zona, por lo que sólo esperan la confirmación oficial de la decisión del Consorcio para estudiar en una reunión cuál será su postura.

Dado que la propiedad pertenece a varias familias, la opinión por el momento no es unánime. Por ejemplo, un sector, representado por el emeritense Clemente Velázquez, anuncia que acudirán de nuevo a los tribunales, confiando en que éstos vuelvan a darles la razón como ya hicieron en el pasado.

«Yo he consultado a un arqueólogo buenísimo, de forma particular, y nos ha dicho que los restos no merecen tanto la pena», comenta Velázquez.

Sin embargo, otro de los propietarios, Juan Luis Hernández de la Rosa, afirma que aceptarán el dictamen del Consorcio y que serán «respetuosos» con el yacimiento. «No pretendemos deteriorarlo, sino que los emeritenses y el resto de la gente puedan disfrutarlo», aclara.

Eso sí. Advierte que, en caso de que se impida la construcción de una planta subterránea de aparcamientos para salvaguardar los restos, confían en que la Gerencia Municipal de Urbanismo se muestre comprensiva y compense de alguna forma a los propietarios permitiendo alguna altura más u otro tipo de compensación económica.

Fuente: hoy

No hay comentarios: