Los cuerpos, localizados muy cerca del antiguo cabildo y en muy mal estado, serán levantados El equipo encargado de la obra baraja dejar a la vista el pavimento hallado junto a la sacristía
BLANCA M. GARCÍA/CORAO
Los trabajos arqueológicos iniciados el pasado día 18 de septiembre con motivo de las obras de rehabilitación de la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, en Corao (Cangas de Onís), acaban de sacar a la luz otros ocho nuevos enterramientos que, según el arqueólogo Sergio Ríos, podrían datar de la Baja Edad Media. En concreto, el equipo que él dirige localizó los cuerpos en la segunda de las tres catas incluidas en la actual fase de excavaciones, que se encuentra situada junto al antiguo cabildo en la cara sur del templo.
Sin embargo, Ríos indicó que aquéllos fueron encontrados «en muy mal estado de conservación», y que serán levantados al ser esa zona el lugar por el que próximamente pasará el desagüe incluido en el proyecto de restauración para evitar filtraciones en las paredes de la iglesia. Para ello, está previsto que hoy mismo un arqueólogo de la Consejería de Cultura visite las obras.
Una vez levantados estos ocho esqueletos, el equipo de Sergio Ríos seguirá excavando en los niveles inferiores de la cata.
Con este último descubrimiento son ya nueve las tumbas medievales -siglo XV o anteriores- destapadas en Abamia durante esta tercera fase. En la primera de ellas, donde ya finalizaron las labores, se encontró una tumba de esa época, en relación a la cual se realizó un estudio antropológico, junto a un pavimento adosado a la sacristía -también en el exterior Sur- que ocupaba cuatro metros del ancho de la cata y que dataría de finales del siglo XIX -en todo caso, posterior a la construcción de la sacristía-.
Pequeños sondeos
En aquel momento, el arqueólogo había manifestado que este empedrado podría haber formado parte del entorno del monumento. Durante los próximos días, los expertos realizarán diversos sondeos por el exterior para descubrir qué extensión ocupaba exactamente el pavimento y en qué estado de conservación se halla en otras zonas. «Haremos pequeños sondeos para ver si ensalza con la entrada de la iglesia o con otros lugares. De momento, lo que sí sabemos es que no llega hasta la segunda cata», señaló.
El objetivo de estas comprobaciones estaría vinculado con las intenciones de la dirección de la obra de restauración, que, según ha podido saber EL COMERCIO, estudia conservar el empedrado dejándolo a la vista.
Esta misma semana esperan finalizar las excavaciones en las catas de fuera para poder empezar la del interior, aunque cabe la posibilidad de que si el tiempo no lo permite aprovechen los días de lluvia para adelantar trabajo bajo techo. En esta parte, emprenderán lo que denominan «arqueología pura», ya que comprobarán si un muro aparecido en la segunda fase -entre enero y marzo de este año- en la capilla mayor perteneció a una cabecera o ermita anterior, quizás del siglo XIII.
En el resto del inmueble queda pendiente la rehabilitación, adjudicada a la empresa gijonesa MC Conservación y Restauración por unos 415.000 euros. Las primeras intervenciones buscan consolidar la cubierta y realizar el drenaje exterior de la iglesia.
fuente: El Diario Montañés
No hay comentarios:
Publicar un comentario