01 mayo 2006

La arqueología cartagenera, de luto por la muerte de Antonio Beltrán.










El que fuera fundador del Museo Arqueológico falleció el sábado en Zaragoza a los 90 años. La arqueología cartagenera está de luto.

Antonio Beltrán Martínez, el que fuera fundador del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena en el año 1943, falleció el pasado sábado a los 90 años de edad en Zaragoza, de cuya universidad era catedrático emérito de Arqueología y donde desempeñó su labor académica desde el año 1949.

La vinculación de Beltrán con la ciudad portuaria se inició en el año 1942, cuando llegó a ella para realizar su Servicio Militar, ya que durante la Guerra Civil había sido miembro del ejército de la República y tenía que volver a efectuarla por no considerar válido el nuevo gobierno del dictador Franco el servicio prestado por Beltrán, al igual que le sucedió a miles de españoles.

Durante su estancia en Cartagena, tanto durante el tiempo que estuvo en el Ejército, como después, afincado en la ciudad, desempeñó una gran labor en el terreno arqueológico. Lo más importante fue, sin duda, la fundación del referido Museo Arqueológico Municipal en las instalaciones de la Real Sociedad Económica de Amigos del País en la calle del Aire.

Eran unas instalaciones en precario que no satisfacían a Beltrán que, apoyado siempre por el entonces capitán general, almirante Bastarreche, consiguió dos años más tarde trasladarlo a un edificio municipal situado en lo que hoy es parte de la plaza de Juan XXIII -concretamente la zona rectangular donde se ubican los puestos de venta de flores- y donde permaneció hasta finales de la década de los años sesenta del pasado siglo.

El arqueólogo aragonés ejerció algún tiempo como abogado, ya que también era licenciado en Derecho, pero pronto lo dejó porque le faltaban horas para las clases que impartía en diferentes centros docentes de la ciudad, tales como, por ejemplo, el Colegio Hispania, ubicado entonces en la calle del Escorial.

Organizador de conferencias semanales de arqueología, lo fue también de los Congresos Arqueológicos del Sudeste Español, nacidos en la propia Cartagena en 1945, en coincidencia con la inauguración del Museo en su segunda sede, y que luego se desarrollaron en ciudades como Albacete, Murcia, Elche, Almería y Alcoy, para convertirse, a partir de 1949 en los Congresos Nacionales de Arqueología, de los que Beltrán siempre ha sido secretario y que ‘regresaron’ a Cartagena en sus ediciones números 16 y 24, en los años 1982 y 1997.

Realizó también algunas excavaciones Antonio Beltrán durante su estancia en Cartagena y a su labor se debe la conservación en la ciudad de la estatua de un ‘Joven con Clámide’, hallada en 1946 en el solar donde se estaba construyendo el entonces denominado Instituto Nacional de Previsión junto a la Iglesia de la Caridad y que iba a ser vendida y trasladada fuera de tierras cartageneras por una de las personas que participó en su hallazgo fortuito.

También se preocupó el fallecido arqueólogo por algunos de los entonces escasos vestigios romanos visibles por la ciudad, caso de la Torre Ciega, el monumento funerario situado en el barrio del mismo nombre y que fue restaurado gracias a una subvención de la Dirección General de Bellas Artes en el año 1947.

Agradecimiento cartagenero.

Esos son tan sólo algunos ejemplos de lo mucho que hizo Beltrán por Cartagena en sus siete años de permanencia en la ciudad, que abandonó en 1949 al conseguir la Cátedra de Arqueología de la Universidad de Zaragoza.

Una labor ejemplar que los cartageneros, a través de su ayuntamiento, supieron reconocerle siempre. Así, Beltrán ostentaba como un orgullo su título de Hijo Adoptivo de Cartagena, declarando muchísimas veces ser un cartagenero más. No en vano en esta ciudad nacieron algunos de sus hijos y en ella dejó enterrado a su primogénito, que murió con pocos meses de edad.

Reconocimiento que se llevó a cabo por última vez el 9 de abril del año 2002. Ese día, la plaza situada delante del Museo Arqueológico Municipal recibía el nombre de Antonio Beltrán, quedando así perpetuada su relación con la arqueología cartagenera, a la que dedicó numerosos trabajos en revistas y publicaciones arqueológicas.

Antonio Beltrán será enterrado esta mañana en Bujaraloz, un pueblo cercano a Sariñena, su localidad natal, donde nació en el año 1916. Previamente, en el complejo mortuorio de Torrero, en la capital aragonesa, se celebrará la misa de ‘corpore in sepulto’ a las diez de la mañana.

La ciudad de Cartagena ha mostrado su condolencia a la familia de Beltrán a través de la alcaldesa de Cartagena, que envió un telegrama de condolencia, habiéndose remitido también una corona de flores.

Como recordaba ayer el Heraldo de Aragón al dar la noticia de la muerte del insigne arqueólogo, a Beltrán le gustaba hacer suya una frase de Gerald Brenan que dice que “lo verdaderamente trágico de la vida es que olvidamos. La muerte verdadera es el olvido”. A buen seguro que Antonio Beltrán nunca tendrá ese problema, sobre todo en Cartagena, donde su labor siempre será recordada con especial agradecimiento.

Fuente: El Faro.

No hay comentarios: