05 mayo 2006
Ochoa: «La romanización de Asturias no fue algo superficial»
La catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma habló en el RIDEA de «Astures y romanos»
Oviedo, M. S. MARQUÉS
La arqueología ha supuesto durante las últimas dos décadas el cambio que da fuerza a una nueva visión sobre la romanización en Asturias. Sobre estas premisas construye Carmen Fernández Ochoa el discurso con el que abrió el ciclo de conferencias sobre «Prehistoria tardía: astures y romanos», que se desarrollará durante las próximas semanas en el RIDEA.
Disconforme con los planteamientos más clásicos, la profesora expuso que la historiografía veía la romanización como un fenómeno superficial y el indigenismo como algo llamado a pervivir. Estas tesis que mantenían la visión pesimista impuesta a partir de las teorías de Sánchez Albornoz van a perdurar hasta que la documentación arqueológica comienza a demostrar que la romanización «no fue algo superficial y epidérmico». Ese cambio, según Ochoa, se va a producir porque hay una reorganización conceptual que permite profundizar en los trabajos de campo. Es entonces cuando los resultados permiten establecer una reflexión que debe pasar por reinterpretar los textos clásicos. A esta determinación hay que sumar otra propuesta clara, la que permite demostrar que la falta de epigrafía -una de las razones esgrimidas por los clásicos- no fue índice de superficialidad, sino más bien indicativo de un modelo de implantación diferente a la del Mediterráneo.
Carmen Fernández Ochoa lleva 25 años estudiando la romanización y constata que el proyecto de Gijón fue pionero en esta revisión, junto con Las Médulas, en León. Ambos estudios suponen cambios importantes que se van a constatar con otros yacimientos, como los de Paredes o Grandas de Salime.
A partir de aquí, la presencia de Roma en Asturias comienza a verse como un fenómeno dialéctico entre dos sociedades y queda de manifiesto que Roma no impone una cultura colonizadora sino que integra lo existente.
Con el ciclo que repasa los avances de los yacimientos que se investigan en la actualidad en Asturias se propone «sistematizar el conocimiento y sensibilizar a cerca de que en Asturias hay algo más que castros y cuevas». Ochoa cree que en Asturias también se ha restado peso a la romanización por motivos regionalistas. «Hay que ver qué elementos célticos hay en esa cultura anterior a la llegada de Roma porque más tarde van a estar integrados en el proceso de romanización».
La historiadora sostiene que los pueblos indígenas van a ser fuerzas que Roma respeta e integra, pero descarta que hubiera habido un mundo indígena que se mantuvo incólume y que resucitó cuando llega el momento de la conquista. «No podemos imaginar cinco siglos de salvajes astures», afirmó la arqueóloga para defender sus tesis de integración.
Otro argumento que adelanta para sostener la presencia de pacto entre ambos pueblos es el convencimiento de que las tropas romanas no cruzan una cordillera como la que aquí encuentran sin saber que del otro lado no van a tener problemas. «Hubo conquista», afirma, «pero también un proceso dialéctico, respeto e integración».
«Defender esta lectura no es anticeltista ni proasturianista, explicó, sino dar a cada momento la importancia que tiene». Para apoyar sus palabras puso de manifiesto la inexistencia de datos que confirmen las invasiones celtas, aunque no niega la existencia de influencias culturales importantes. Ochoa prefiere hablar de pueblos célticos que de celtas, porque «los primeros son los que caracterizan su cultura con elementos diferentes a los pueblos mediterráneos», y en ese sentido en Asturias se puede apreciar esa influencia, lo que no es obstáculo, según la historiadora, para que haya habido romanización. «Roma integró porque ofrecía ventajas», afirma.
Los estudios de los últimos años han puesto de manifiesto que la documentación arqueológica es más abundante de lo que se pensaba y esto cambia el concepto de la historia. El despegue de estos estudios se vio favorecido con el nacimiento de las comunidades autónomas que impulsan su propio patrimonio. Ochoa otorga especial importancia a la exposición «Astures» celebrada en Gijón a mediados de los años noventa, porque caracteriza la cultura material de la época romana y va a suponer el punto de partida de una nueva visión del fenómeno romanizador.
El ciclo del RIDEA continúa el próximo martes con una conferencia impartida por Ángel Villa Valdés sobre el castro del Chao Samartín, en Grandas de Salime. Las conferencias seguirán en próximas semanas con otros escenarios asturianos.
Fuente: La Nueva España
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8 comentarios:
Tampoco silenció Dion Casio, al narrar la conclusión de las guerras cántabras, que Agripa exterminó a todos los enemigos en edad de empuñar las armas." En ésta ocasión está replicando el susodicho Guillermo M. López a un partidario de la tesis que sostenía Ochoa con el patrocinio del ayuntamiento de Gijón, continuo trascribiendo "¿Por qué quiere silenciarlo vd? ¿se identifica vd de tal modo con su especialidad que se siente impelido a justificar las acciones execrables del ejército romano, como dijo, que nunca fue una conquista a ultranza, a sangre y fuego, sino un proceso de adaptación? ¿O simplemente , emplea la táctica de minimizar todos los hechos históricos que puedan empañar la imagen de gloria del Imperio, no vaya a ser que los gijoneses se vuelvan críticos y consideren inadecuados los sentimientos de orgullo y honor que usted pretende expresamente inculcarles para que admitan la plataforma de hormigón en el campo Valdés?. Un prestigioso especialista moderno, Yann Le Bohec, en su reciente obra L´armee romaine (Picard Ed. , París 1989) considera que el ejército y la guerra fueron los únicos y verdaderos móviles de lo que se llama romanización. En Asturias no se estableció jamás ninguna colonia romana, sino simplemente un ejército que fue allí a explotar las riquezas de la región, tras masacrar, someter y esclavizar bestialmente a los antiguos pobladores."
Continuo "La escasa romanización de Asturias no es una tesis que yo necesite sostener, se sostiene por sí sola. Es un hecho incuestionable que ahí está y que reconocen todos los estudiosos del tema, y eso lo sabe usted perfectamente. ¿Qué autor español o extranjero afirma lo contrario? Podría llenar docenas de páginas con citas de todos los especialistas en este sentido, que emplean adjetivos como epidérmica, marginal, escasa, superficial, bajísima, etc. En realidad, es ridículo discutir siquiera este hecho. Por eso, voy a limitarme a citar una frase lapidaria (entre tantas semejantes) de uno de los mas prestigiosos especialistas en la Hispania romana, J.M. Blázques, que en uno de sus actualizados Nuevos estudios sobre romanización afirma taxativamente: La escasa romanización de los Astures, Cántabros y Vascones está confirmada por todos los investigadores que trataron este tema. En otro estudio afirma Blázquez lo mismo que expresan Pastor, Roldán y otros autores , que a Roma no le interesó nunca que los pueblos del Norte del Duero asimilaran la cultura romana. Sólo interesaban estos pueblos como cantera de reclutamiento para las legiones y la explotación de las minas". continuo "Pero el concepto romanización es en realidad impropio, como ya hace mucho que demostraron Rostovtzeff, Pflaum y Broughton, pues se basa en criterios extraídos de la expansión colonial europea del siglo XIX que los romanos nunca tuvieron. Con mas propiedad debería hablarse de asimilación, como es usual en los autores ingleses. Así por ejemplo Blázquez afirma que en el norte hispano la asimilación de la cultura romana era totalmente epidérmica, salvo en ciudades como Asturica Augusta, Flaviobriga y Pompaelo. Y en otro lugar: El panorama que se desprende del territorio astur transmontano es la bajísima asimilación de la cultura romana en los castros, el mantenimiento de las intstituciones y de la economía indígenas , la no generalización del urbanismo de tipo romano, las nulas consecuencias prácticas en el Norte de Hispania de la extensión del Ius Latii por Vespasiano y de la ciudadanía por Caracalla."
En su línea de la floreciente romanización, ya en octubre pretendía usted que los restos de las termas debían ser un orgullo e incluso un honor para los gijoneses. Pero como expuse en noviembre, y acabo de recordarle antes, eso es justamente lo que pretendía el fundador del Fascismo, al instrumentalizar los restos arqueológicos romanos. Imita usted a Mussolini tratando de convertir esa herramienta en presunto motivo de orgullo de los gijoneses. Su pirueta propagandística es del todo grotesca"
"La dominación romana sólo puede ser motivo de orgullo y honor para los propios romanos, para Mussolini o cualquier imitador moderno con ínfulas de nuevo César y le repito lo dicho: es un escándalo que un arqueólogo apoye hoy de esa manera la propaganda del poder."
"Orgullo y honor son sentimientos que nada tienen que ver con la ciencia. Con su alegato, lleva a cabo usted una manipulación psicológica anticientífica. Pero además está usted realizando una falsificación histórica, porque no pueden aislarse los restos materiales de las termas de los hechos históricos que los motivaron. Y esos hechos básicos son que los romanos invadieron Hispania y tras casi 200 años de conquista, masacres y esclavizaciones sin cuento, hicieron lo mismo en el Norte. No fueron a bañarse en las terma ni a civilizar a los astures y cántabros, sino a dominarlos y a explotar las riquezas materiales y humanas de la región"
LA BANALIZACIÓN DE LA HISTORIA
"Uno de los maestros actuales más admirables por su sabiduría e independencia radical, Julio Caro Baroja, dice en uno de sus más recientes trabajos, bajo el revelador título de "La tragicomedia historiográfica", lo siguiente: Los dos peligros mayores creo que están en la banalización científica y en la banalización política de los conocimientos históricos y, aún más, en la frecuente combinación de las dos banalizaciones, fundada en la pretensión de dar apoyos tenidos por científicos a ideas que nada tienen que ver con la ciencia y el conocimiento: si acaso, con unas pequeñas elecciones a diputados provinciales o concejales".
Esto puede aplicarse mutatis mutandis, a las actuaciones y proyectos del ayuntamiento de Gijón sobre los restos arqueológicos de Cimadevilla y del Campo Valdés".
dejo de transcribir y añado y ahora de Veranes, prosigo con la transcripción "Pero allí no sólo se banaliza la historia en aras de un llamativo faraonismo, no sólo se convierten unos sencillos restos arqueológicos en gran obra propagandística, sino que, lo que es mucho más grave, se atenta directamente contra la Historia que encierran en potencia esos restos, y se destruye, a la vez, el patrimonio histórico más valioso de la ciudad.
El que esa destrucción se lleve a cabo, además, contra la clamorosa voluntad del pueblo, en una forma despótica, propia de dictaduras tercermundistas, es algo que causa verdadero estupor, contemplado desde una perspectiva europea y realmente democrática".
ACTA EST FABULA
"Pero si lo prefiere con más rancio sabor histórico y filosófico, por ejemplo en griego clásico, puedo decirle, como Epicuro a los platónicos Dionisokolax, adulador de Dionisos, que, entre otras cosas, era el dios de las mascaradas. Pero hace usted muy mal su representación, pues este trozo de su papel no es verosímil, no resulta psicológicamente creíble. Y el primer deber de un actor es hacer verosímil el personaje que representa.
Las últimas palabras que pronunció el emperador Augusto en su lecho de muerte fueron, al parecer, acta est fabula (se acabó la comedia). Así se anunciaba en el antiguo teatro romano el final de la representación. Creo que hubiera concluido usted de mejor modo su última puesta en escena con esa fórmula.
Por lo demás, lo de la muralla romana de Cimadevilla debería decírselo usted a su compañera Doña Carmen Fdez Ochoa, que estuvo muy observante de los deseos del poder para facilitar el recrecido que usted ahora, en histriónica pirueta, califica de barbaridad".
Estimados lectores voy a reproducir textualmente lo que dice en la polémica un defensor de la profunda romanización de Asturias, en sintonía con la Sra Ochoa y el Ayuntamiento de Gijón de la época; transcribo:
"Me irrita que se diga que la romanización de Asturias es muy escasa, siento como un baldón que se diga que la meseta (de donde procedo)" procede éste sr que argumenta a favor de la gran romanización; sigo transcribiendo " tenía una romanización marginal, reivindico la profunda romanización de Asturias, odio que se considere imperialistas a los romanos, nunca fue una conquista a ultranza, a sangre y fuego, sino un proceso de adaptación" "tienen ustedes que recuperar el Gijón romano, para sentirse cómodos en su historia, por el honor de ser uno mismo".
Dejo de transcribir Sr Amaco,¿se da Vd cuenta? no es contra la presencia indudable romana en Cantabria y Asturias, contra lo que yo argumento, sino contra éste discurso al que se prestó la señora Carmen Fdez Ochoa y que se debió a una operación propagandística política urdida por el ayuntamiento Gijonés.
Contra la visión de éste sr argumenta lo siguiente Guillermo M. LOPEZ, transcribo:
"Sabemos en fin, como terminaron las guerras cántabras en el año 19 A.C. Incapaz, pese a las terribles represiones, de sojuzgar a los indómitos asturcántabros, envió Augusto a su general mas experto, Marco Agrippa, con autoridad plenipotenciaria. Ayudado por Silio Nerva, paracticó Agripa una guerra total de exterminio. Esta vez ya hubo pocos esclavos, pues, como relata Dión Casio: "Agrippa exterminó a todos los enemigos en edad militar". El genocidio fue seguido de la total devastación de campos y la destrucción de todos los poblados. Los upervivientes, es decir, los niños, las mujeres y los ancianos que no se suicidaron, fueron deportados de los montes a las llanuras. Hízose así la pax romana que, como tantas otras veces, fue la paz de los muertos. Del horror que supuso esta victoria puede drnos idea el hecho de que, vuelto a Roma, Agrippa, quizás asqueado por su propia crueldad, no dio cuenta al Senado y rechazó los honores del triunfo que Augusto le concedió".
"Esta es la Historia que nos transmiten las propias fuentes romanas que han llegado a nuestros días".
Amigos lectores de éste foro, juzguen vds lo que decía el señor don Angel Fuentes Domínguez profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y lo que dicen las fuentes romanas que gallardamente, Don Guillermo M. López sacó a la lectura de la opinión pública asturiana, para que no se les hurtase a los asturianos y a los cántabros, su historia y el honor de sus antepasados, que murieron en las cruces ENTONANDO HIMNOS DE VICTORIA.
LA ESCASA ROMANIZACIÓN DEL NORTE DE LA PENÍNSULA
"Toda la política y administración romana del noroeste hispánico y del territorio de los Astures y Cántabros estuvo siempre condicionada a la explotación de las más ricas minas de oro con que contaba el Imperio Romano; en opinión de Plinio, que fué procurador de la provincia Tarraconense en tiempos del emperador Vespasiano, producían 20.000 libras de oro al año, cantidad que significaba según la indicación del economista del mundo antiguo Tenney Frank del 6 al 7,5% de los ingresos totales del Estado Romano, calculado en unas cifras que oscilan entre 1.200.000.000 y 1.500.000.000 de sestercios. Por lo tanto el único interés romano en el norte era de tipo minero y así lo atestiguan las calzadas romanas en Asturias que están trazadas en función de los centros de producción del mineral; ello condicionó todas las medidas administrativas de Roma y explica la baja romanización de estos territorios, situados al norte del río Duero, ROMANIZADOS TARDÍAMENTE Y EN GRAN PARTE POR OBRA DE LA IGLESIA, EN ÉPOCA VISIGODA, como ha señalado recientemente F. Jorda"
"Al aflojarse la presión de Roma con motivo de la crisis del siglo III debió revitalizarse todo lo indígena
JOSE M. BLÁZQUEZ (la administración Romana).
El Imperio Romano adoptó como todo el mundo sabe el cristianismo como religión oficial durante el bajo Imperio; pasó de perseguirlo a hincarse de rodillas ante el.
"En época romana, el cristianismo en estas regiones norteñas era prácticamente inexistente La carencia de Obispados tanto en la época Romana como en la Visigoda es significativa. También Sánchez Albornoz reconoce la falta de pruebas de la existencia de comunidades cristianas en la zona cántabro-asturiana.
BARBERO Y VIGIL (la formación del feudalismo página 259).
Pero hay mas según Claudio Sánchez Albornoz .....transcribo " Bajo el reinado de Alfonso II (791-842) atestiguado por algunos pasajes de autores hispano-musulmanes que califican de idólatras a los moradores en las regiones mencionadas. Por estos autores sabemos que Alfonso II peleó muchas veces junto a sus súbditos paganos; lo que atestigua a las claras la importancia numérica de los mismos y el reconocimientode una realidad no sorprendente. Y Ramiro I (843-850) hubo de enfrentarse con la extremada difusión en sus estados de la magia, de tradición idólatra indiscutiblemente".
CLAUDIO SÁNCHEZ ALBORNOZ (el Reino de Asturias página 56)
Algunos osados como el anteriormente citado profesor de la Universidad Autónoma Madrileña Don Angel Fuentes Domínguez a tenor de su enfrentamiento dialéctico con Don Guillermo M. López asimismo licenciado, sostenían una conquista incruenta de los Astures y los Cántabros y usaban el eufemismo "proceso de adaptación" transcribo su expresión.
Voy a decirles yo, cuales fueron las herramientas de ese indoloro proceso de adaptación.
"No es posible conocer el número exacto de efectivos que participaron en las guerras astur-cántabras, si bien se halla constatada la presencia de siete legiones -I Augusta,II Augusta, III Macedonia, V Alauda, VI Victrix, VIII Hispana y X Gémina, lo que supondría un impresionante contingente de unos 30.000 legionarios y 20.000 tropas auxiliares, abastecidas desde las costas galas y desde el sur de la Península. P.D.A. Garrnsey, en su obra Grain for Rome (Londres,1983), calcula que serían necesarias al menos 10.000 toneladas anuales de grano equivalente al alimento para sustentar a estas tropas, casi una cuarta parte de toda la población indígena astur según los clásicos. G.R. Watson, en The pay of the Roman Army, considera que la paga a un número tan importante de tropas superaría en coste los 8.200.000 denarios anuales, esto es, unos 2.400 kg de oro sólo en concepto de soldada"
http://www.lashoras.net/viejo_reino/romanizacion.htm
Astures- Un pueblo en la frontera del Imperio Romano-Romanización.
Pero por encima de los autores y de los personalismos están las pruebas.
Paso a enumerar dichas pruebas; numerosas y concretas que he presentado en defensa de la baja Romanización de estos dos pueblos.
1 El pseudo Hyginio nos cuenta que las tropas auxiliares Cántabras al servicio del Ejército Romano en el siglo II D.C. recibían las órdenes en su lengua porque no entendían el latín.
2 Symmachiarii Astures en el siglo II D.C. ; los symmachiarii se reclutaban entre poblaciones no Romanizadas.
3 Frente a la aculturación de los pueblos indígenas, debido a la acción de Roma, basada dicha aculturación en la destrucción de sus organizaciones tribales y su sustitución por organizaciones territoriales de tipo administrativo, se prueba la persistencia de las tribus asturtransmontanas de los Luggones y Pésicos hasta después incluso de la época Visigoda.
4 Los Concilium son una institución prerromana que se mantiene, como lo prueba la elección del caudillo Pelayo por los astures in concilium a principios del siglo VIII
5 Campañas periódicas del poder Visigodo contra Cántabros, Astures y Vascones.
6 Descripción del Cántaber Horrens en las crónicas godas, muy alejada dicha descripción de los parámetros de la romanitas.
7 Autodefensa frente a los germanos de los Cántabroastures y Vascones al margen de los Foederati y el Ejército Romano tardoimperial en contraste con el resto de los pueblos peninsulares.
8 Baja asimilación de la cultura romana en los castros.
9 No generalización del urbanismo de tipo romano.
10 Nulas consecuencias prácticas en el norte de Hispania de la extensión del Ius Latii por Vespasiano y de la ciudadanía por Caracalla.
11 Predominio de individuos de condición libre, también en claro contraste con el resto de la población peninsular.
12 Estructuras arcaicas en todos los sentidos.
13 Estructura social no jerarquizada
14 Romanización tardía y no por efecto directo de Roma sino de la Iglesia Católica en época Visigoda.
15 Ausencia de Obispados y ausencia de cristianización, la religión oficial del Imperio, ya desde los tiempos del César Constantino.
16 En una época ya tan tardía como la de los reinados de Ramiro I y Alfonso II de Asturias, prácticas extendidas de magia e idolatría asi como la abundancia de guerreros paganos en los ejércitos Astures de la Reconquista.
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