04 septiembre 2006

El yacimiento fenicio de La Fonteta se desintegra por falta de ayudas


El arqueólogo municipal afirma que aún queda por investigar el 90% del sector Las lluvias otoñales pueden destrozar los restos que no han sido rehabilitados.

FERNANDO AMAT/GUARDAMAR

El yacimiento arqueológico mejor conservado de los primeros pobladores de Iberia, los fenicios, se está desmoronando. Una ciudad portuaria de más de 2.000 años de historia «se desintegra» tal y como augura el arqueólogo municipal de Guardamar del Segura, Antonio García. La Conselleria de Educación, órgano que ha de velar por el Patrimonio Cultural, ha dado la espalda a estos restos.

Una lluvia otoñal podría perjudicar de forma irreversible estos restos arqueológicos. Hasta el momento, tan sólo se ha investigado el 10% de todo el material fenicio que se halló en la zona tras el descubrimiento. El lugar clasificado de Bien de Interés Cultural (BIC) está falto de un proyecto integral de recuperación y rehabilitación.

La Fonteta es un conjunto arquitectónico de la época colonial fenicia. La ciudad, que terminó de excavarse en el año 2002, está en perfecto estado, puesto que las dunas protegieron estas construcciones durante más de dos milenios de las inclemencias atmosféricas. Por tanto, tal y como se muestra en el informe, «el yacimiento es uno de los complejos urbanos fenicios mejor conservados del mundo occidental», subraya Antonio García

La Dirección General de Patrimonio Cultural desestimó el informe del técnico municipal y hasta el momento no ha emitido respuestas para conformar un plan integral de rehabilitación.

Patologías

Las patologías de este yacimiento, datado del siglo VIII antes de Cristo, se multiplican debido a que los trabajos sólo se han centrado en la investigación. Se echan en falta «medidas preventivas de protección y la restauración de los restos exhumados», explica el arqueólogo municipal.

El abandono de la zona se hace palpable en la gran cantidad de arena acumulada por lugares que todavía se encuentran sin excavar. La vegetación crece por las murallas y paredes de las viviendas, «hecho que hace peligrar la consistencia de la construcción», afirma el técnico.

De igual forma la falta de tratamientos de consolidación originan que el poder hidrófugo, que es la fuerza de unión del mortero rudimentario, se pierda ante la falta de humedad.

La llegada de precipitaciones pluviales puede agravar la situación. Según comenta el arqueólogo del Ayuntamiento, «el terreno de limos rojos donde se asienta el yacimiento es impermeable y la aparición de lluvias podría embalsar las cotas más profundas».

El estudio emitido a la Conselleria de Cultura aboga por un proyecto integral que a largo plazo combine la investigación de los restos con la visita de turistas.

El arqueólogo municipal exige una consolidación y restauración para todo el conjunto arquitectónico. Asimismo, declara que «se debería acotar algunas zonas al público por la peligrosidad y por otra parte incluir en el perímetro de seguridad la muralla de poniente situada en el exterior del recinto histórico».

Fuente: La Verdad

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