14 septiembre 2006

Arqueología a golpe de PDA

TEXTO: MABEL AMADO

MADRID. Su descubrimiento fue casual. En 1979, el Canal de Isabel II realizaba unas obras para construir un camino de servicio a la presa del Lozoya. Allí, en el talud dejado por los trabajos, vio la luz el primero de los yacimientos de Pinilla del Valle, bautizado con el nombre de «Camino». Después vendrían las excavaciones de Cueva de la Buena Pinta y Abrigo de Navalmaíllo, las tres en el paraje denominado «El Calvero de la Higuera», en el Valle Alto del Lozoya.

Desde entonces, y a pesar de circunstanciales parones en los trabajos y discrepancias en los descubrimientos, se sucedieron campañas arqueológicas que han sacado a la luz gran cantidad de restos faunísticos -atribuidos al Pleistoceno Medio y con una antigüedad de 200.000 años-.
En la actualidad, y de la mano de un extenso grupo de profesionales procedente en su mayoría del equipo investigador de Atapuerca, el yacimiento de Pinilla del Valle afronta el final de la quinta campaña de excavaciones. Por este motivo, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, visitó ayer la marcha de los trabajos en compañía de su responsable, el codirector de Atapuerca y premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997, Juan Luis Arsuaga; el director del Museo Arqueológico Regional, Enrique Baquedano, y el consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad, Santiago Fisas.
Parque Arqueológico Visitable
Con la máxima protección -fue declarado Bien de Interés Cultural en categoría de zona Arqueológica y Paleontológica en 2004-, este yacimiento es uno de los pocos en España donde se han encontrado restos de Neandertal, lo que ofrece una idea del alcance de estos trabajos. Y es que, como destacó ayer Aguirre, «estos yacimientos son de una enorme importancia científica e histórica, ya que aquí está el primer madrileño fósil, cuyos huesos conservamos a día de hoy». Por este motivo, recordó de nuevo la intención de convertir El Calvero en un Parque Arqueológico Visitable y crear un Centro de Investigación e Interpretación que permitirá comprender quiénes eran los neandertales y su relación con el medio.
En esta quinta campaña, patrocinada por la empresa Mahou y financiada por la Consejería de Cultura y Deportes de la Comunidad con 120.200 euros, se han intensificado las actuaciones en la Cueva del Camino con el fin de profundizar en el conocimiento de los distintos niveles de sedimentación. Por su parte, en El Abrigo de Navalmaíllo se han podido recuperar los restos de otros dos hogares.
Actividad humana
Finalmente, en la Cueva de la Buena Pinta, se ha continuado sondeando la entrada de la cavidad, lo que ha permitido constatar la presencia de actividad humana a partir de la aparición de objetos de industria lítica, como lascas y percutores, elementos utilizados para cortar y tallar piedras.
Además de los hallazgos -huesos de hienas, dientes de lobo e incluso un fémur de toro-, esta última campaña destaca también desde el punto de vista metodológico. No en vano, se ha utilizado el sistema 3-Coor diseñado por el equipo de Atapuerca e IBM y que incluye la utilización de doce agendas electrónicas en lugar del tradicional lápiz y papel. Así, se agiliza el trabajo de campo, se evitan los errores en la transcripción de datos y coordenadas y se conocen en tiempo real las piezas que encuentran los excavadores, tanto en número como en características.
Como reconocen los investigadores, todo parece indicar que los trabajos de los próximos años serán muy fructíferos y esclarecedores sobre la actividad de los Neandertales en esta zona de la sierra madrileña.

Fuente: ABC

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