Murcia.- El Consejo de Gobierno autorizó la firma de un convenio de colaboración entre la comunidad autónoma, el Ayuntamiento de Cartagena, la Fundación Cajamurcia y la Fundación Teatro Romano de Cartagena para la recuperación integral del Teatro Romano de Cartagena, la construcción del Museo y del Centro de Investigación del Teatro Romano de Cartagena, por un importe total de más de 28 millones de euros entre los ejercicios 2006-2010.En su reunión, el Ejecutivo murciano aprobó, asimismo, el proyecto de decreto por el que se regula la concesión de una subvención directa a la Fundación Teatro Romano de Cartagena para la ejecución de dichas actuaciones, que asciende a 8,8 millones de euros. Por su parte, el Ayuntamiento de Cartagena aportará 7,7 millones de euros y la Fundación Cajamurcia, contribuirá con otros 8,2 millones de euros.
El Teatro Romano se encuentra situado en la ladera occidental del Monte de la Concepción, un lugar destacado de tal forma que todo aquel que llegaba a la ciudad por mar observaba la majestuosidad del edificio.
Su situación estratégica le hace aprovechar las condiciones naturales para su construcción, excavándose en la roca la mayor parte de las gradas que configuran la cávea. Este emplazamiento proporcionaba, además, una excelente acústica.
La localización del yacimiento en el año 1990 fue un importante acontecimiento para Cartagena y para toda la Región de Murcia, tanto desde el punto de vista arqueológico como social y turístico, así como un impulso para nuevas excavaciones.
Entre las actuaciones previstas en el Teatro Romano destaca la consolidación y restitución de la cávea y los accesos al graderío; la restauración de la basílica oriental y de su acceso; la restauración del escenario y la fachada escénica; intervenciones en Santa María la Vieja; excavación del pórtico; arreglos en el muro Doctor Tapia, entre otros.
Finalmente, el Museo del Teatro Romano, cuyo proyecto arquitectónico ha sido redactado por Rafael Moneo, albergará toda la colección de materiales arqueológicos recuperados en el teatro, así como en las sucesivas edificaciones que se le han ido superponiendo a lo largo de los siglos.
Fuente: El Mundo.
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