La pared norte del yacimiento descubre un importante muro de cinco sillares de piedra y dos metros de altura Son elementos nunca vistos en Cádiz, según los expertos.
FRANCISCO APAOLAZA/CÁDIZ
El rico yacimiento arqueológico de la Casa del Obispo vuelve a mostrar una de sus mil caras históricas. La última entrega es el hallazgo de un muro púnico de dos metros de alto, una construcción «única» en Cádiz y de las que existen en España «ejemplos contados», sostiene el arqueólogo responsable Juan Miguel Pajuelo.
La estructura ha aflorado, co-mo tantas otras encontradas en el tesoro arqueológico del Campo del Sur, a la hora del resanado de las paredes. En concreto, ha sido localizado en el muro norte de la casa, en el pequeño callejón que la separa de la Catedral. «Solamente conocíamos su lado interno», constata Pajuelo.
De esta manera, el muro se proyecta hacia la Catedral Nueva, aunque la construcción del muro de contención y la aparición del foso cortaron la estructura. «De no ser así, tendríamos un edificio más grande. La construcción de la Catedral eliminó algunas construcciones y consolidó las que existían alrededor».
Por esta razón, del muro quedan actualmente una porción de dos metros de alto, y metro y me-dio de largo. En el interior, los arqueólogos no han podido investigar más profundamente ya que existe un pediluvio adosado, utilizado para limpiar los pies de los ciudadanos en época romana. La datación fue sencilla si se relaciona con otros elementos aparecidos en el yacimiento. «La estructura está compuesta de grandes sillares de piedra ostionera tallados de manera similar a los de la tumba que está cubierta y protegida en el exterior de la casa», sostiene Juan Miguel Pajuelo. Según el técnico, la estructura que presenta el muro -fácilmente observable desde el exterior- responde a la superposición de tres a cinco si-llares con un sillar de base. El muro púnico está integrado dentro del tabique de contención, que ha sido completado por su parte superior e inferior.
«Es único en Cádiz»
Pajuelo constata la tremenda im-portancia del descubrimiento. «Existen elementos más antiguos y más modernos, pero como este, ninguno». De hecho, su importancia reside en la escasez de construcciones de esa época. «Es difícil encontrarlas, porque fueron reutilizadas por los romanos. En España hay muy pocos ejemplos y en Cádiz, desde luego, ninguno».
La construcción descubierta en el yacimiento corresponde a una de las etapas constructivas que presenta el yacimiento, que conserva restos imbricados desde el siglo VII a C. hasta la época contemporánea. «Lo hemos conservado todo -sostiene Juan Miguel Pajuelo-. La idea es que se pueda comprobar la monumentalidad y la superposición de construcciones en un sitio muy importante, en pleno centro de la ciudad».
La estructura ha aflorado, co-mo tantas otras encontradas en el tesoro arqueológico del Campo del Sur, a la hora del resanado de las paredes. En concreto, ha sido localizado en el muro norte de la casa, en el pequeño callejón que la separa de la Catedral. «Solamente conocíamos su lado interno», constata Pajuelo.
De esta manera, el muro se proyecta hacia la Catedral Nueva, aunque la construcción del muro de contención y la aparición del foso cortaron la estructura. «De no ser así, tendríamos un edificio más grande. La construcción de la Catedral eliminó algunas construcciones y consolidó las que existían alrededor».
Por esta razón, del muro quedan actualmente una porción de dos metros de alto, y metro y me-dio de largo. En el interior, los arqueólogos no han podido investigar más profundamente ya que existe un pediluvio adosado, utilizado para limpiar los pies de los ciudadanos en época romana. La datación fue sencilla si se relaciona con otros elementos aparecidos en el yacimiento. «La estructura está compuesta de grandes sillares de piedra ostionera tallados de manera similar a los de la tumba que está cubierta y protegida en el exterior de la casa», sostiene Juan Miguel Pajuelo. Según el técnico, la estructura que presenta el muro -fácilmente observable desde el exterior- responde a la superposición de tres a cinco si-llares con un sillar de base. El muro púnico está integrado dentro del tabique de contención, que ha sido completado por su parte superior e inferior.
«Es único en Cádiz»
Pajuelo constata la tremenda im-portancia del descubrimiento. «Existen elementos más antiguos y más modernos, pero como este, ninguno». De hecho, su importancia reside en la escasez de construcciones de esa época. «Es difícil encontrarlas, porque fueron reutilizadas por los romanos. En España hay muy pocos ejemplos y en Cádiz, desde luego, ninguno».
La construcción descubierta en el yacimiento corresponde a una de las etapas constructivas que presenta el yacimiento, que conserva restos imbricados desde el siglo VII a C. hasta la época contemporánea. «Lo hemos conservado todo -sostiene Juan Miguel Pajuelo-. La idea es que se pueda comprobar la monumentalidad y la superposición de construcciones en un sitio muy importante, en pleno centro de la ciudad».
Últimos retoques antes de la apertura
El proyecto de la Casa del Obispo, impulsado por el Ayuntamiento de Cádiz y la empresa concesionaria Monumentos a la Vista, ve la luz al final del túnel. Para cuando llegue mayo, el yacimiento ya estará preparado para recibir a los primeros visitantes. De hecho, ya se han colocado las pasarelas y las vigas que soportarán el peso de los visitantes, a la espera de que se coloquen los cristales del suelo. Una de las habitaciones más avanzadas es la llamada Sala de las Pinturas, donde en 1999 se encontraron restos de obras pictóricas con los que se pudieron reconstruir varios cuadros. Para ilustrar la pintura romana, una de las paredes se ha es-tucado y se van a reproducir algunas obras.
Fuente: La Voz Digital
Fuente: La Voz Digital
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