18 octubre 2006

Las recientes excavaciones urbanas atraen a un centenar de estudiosos

La convocatoria de unas jornadas sobre la arqueología urbana la ciudad por parte del Museo de Cáceres esta siendo un éxito de participación. Alrededor de un centenar de estudiosos entre profesionales, universitarios y aficionados llenaron ayer el salón de actos del Museo, al cual hubo incluso que incorporar sillas adicionales. En este foro se están analizando las intervenciones arqueológicas de las que ha sido objeto el casco urbano cacereño, de la mano de los responsables de cada una de las excavaciones.

El primero en intervenir ayer fue el catedrático Enrique Cerrillo Martín de Cáceres, quien habló sobre la historia de la arqueología en la ciudad, básicamente de las actuaciones que se han llevado a cabo a lo largo del siglo XX. «No he querido tocar las últimas excavaciones porque son muy recientes y no creo que se deban historiar todavía, al menos hasta que se conozca su memoria científica», apuntó.

Este catedrático de arqueología no es partidario de «investigar por investigar», pero sí de estar muy atentos a la gestión del día a día, de planificar el estudio de las zonas urbanas que presentan un mayor potencial arqueológico. Existe un control por parte del arqueólogo municipal de la oficina del ARI, si bien cerrillo considera que es «claramente insuficiente» para toda la ciudad, dado el gran volumen de nuevas construcciones y de movimientos de tierras que hoy en día se han alcanzado en Cáceres. «Sería necesario un equipo, un organismo que controle todo lo que se hace», propuso.

La opinión de Cerrillo es que hace falta una «educación integral» para convivir con el patrimonio, lo cual supone asumir molestias en aspectos como el aparcamiento, la accesibilidad o las propias investigaciones arqueológicas que se deben llevar a cabo cada vez que así lo aconseja algún tipo de hallazgo, por ejemplo en una obra. En este sentido, pone como ejemplo Mérida, donde ya se ha logrado crear una conciencia en este sentido. «Al margen de las instituciones y de las empresas, ya empieza a haber en Cáceres movimientos ciudadanos que piden este tipo de control», indica el arqueólogo, quien advierte además de que no sólo es necesario estar pendientes del casco viejo, sin también de la zona periurbana, que está siendo muy ocupada en los últimos años.

Arqueología destructiva

Recuerda asimismo que «la arqueología no se acaba en la época romana», pues «la época medieval también puede arrojar descubrimientos muy interesantes». Con respecto a lo hecho hasta ahora, cree que esso poco, y en demasiadas ocasiones, ha sido una «arqueología destructiva» que no ha respetado ni los objetos ni las estructuras que han ido apareciendo. Sin embargo, de unos años a esta parte la situación ha ido cambiando para bien.

Otro los ponentes de ayer fue el hijo de Martín de Cáceres, Enrique Cerrillo Cuenca, también arqueológico, de la Universidad de Extremadura y la Universidade de Lisboa. Su intervención giró en torno a los lugares que se utilizaban en la prehistoria reciente de Cáceres para los ritos funerarios, una investigación basada en piezas que se encuentran depositadas en el propio Museo de Cáceres y que datan del Neolítico y la Edad del Bronce. «Hemos tratado de interpretar todos esos materiales hallados en el entorno de Cáceres dentro de la Prehistoria de la zona, que nos dicen que cuevas como Maltravieso y el Conejar fueron utilizadas en aquella época unas veces como lugar para vivir y otras como sepulcros colectivos», señaló.

También intervino ayer por la mañana Antoni Canals, uno de los co-directores del proyecto Primeros Pobladores de Extremadura. Por la tarde Javier Jiménez Ávila habló del 'Torrejón de Abajo', un hallazgo orientalizante, y José Antonio Abasolo explicó las recientes intervenciones en el campamento romano de Cáceres El Viejo. La jornada acabó con una conferencia sobre la Vía de la Plata y un debate en el que se analizaron las ponencias del día.

Las jornadas finalizan hoy con intervenciones centradas en las excavaciones del Palacio de Mayoralgo y la ronda de Mira al Río, además de una mesa redonda sobre el futuro de la arqueología urbana en Cáceres.

fuente: Hoy Digital

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