18 octubre 2006

La Casa del Obispo opta a los premios europeos de patrimonio.









La puesta en valor del yacimiento compite con otras dos iniciativas en la categoría arqueológica de Europa nostra.

Cádiz. Su moderna puesta en valor y la riqueza y variedad de los restos que conserva ya ha fascinado a centenares de gaditanos y turistas. Ahora, la Casa del Obispo quiere cautivar también a toda Europa y, por ello, se ha presentado a los premios de patrimonio Europa nostra. La candidatura, cuyo proyecto ha elaborado el arqueólogo Francisco Luis Serrera Carranza, ha sido aceptada, afirma Germán Garbarino, gerente de la empresa Monumentos Alavista (encargada de este yacimiento). Compite en la categoría de sitio arqueológico, y, en el caso de imponerse a otras iniciativas, supondría un fuerte impulso para dar a conocer este monumento, que desde su apertura en el mes de junio ya han visitado alrededor de 18.000 personas.

Todavía habrá que esperar hasta febrero, fecha en la que se reunirá el jurado, para saber si la Casa del Obispo se proclama ganadora. Hasta el momento sólo se sabe que compite con otras dos candidaturas, una de Roma y otra francesa, y que la entrega de los premios tendrá lugar en junio.

Los premios Europa nostra tienen como objetivo la protección del patrimonio cultural en todas sus facetas. Creados en 2002 por la Comisión Europea, se conceden anualmente y pretenden fomentar las mejores prácticas de conservación del patrimonio así como estimular el intercambio de conocimientos. La Casa del Obispo, por su parte, destaca por la original manera de resumir los 3.000 años de la historia de Cádiz en un recorrido muy visual y explicado mediante paneles.

La Casa del Obispo ofrecerá a partir del próximo 28 de octubre visitas teatralizadas los sábados y domingos. Será en dos pases, a las 11.30 y a las 12.30 horas, y al mismo precio que la entrada normal. También habrá actuaciones reservadas para escolares. La escenificación corre a cargo de la empresa Descubre el sur y dos actores, uno como rey fenicio y otro como un sacerdote romano, ejercen de cicerones. Mediante diálogos e interactuación con el público, van explicando los restos que se conservan, la historia de este edificio y la de la ciudad de Cádiz. Las visitas se adaptarán a las características de cada grupo.


Fuente: Diario de Cádiz.

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