Detalle del rodete de la Dama. © M.A.N. Foto J. Blánquez.
El 8 de febrero de 1941, hace hoy 65 años, a las tres de la tarde, un tren que transportaba la Dama de Elche y otras piezas artísticas españolas depositadas en el museo parisino del Louvre, llegaba la frontera francesa por Port Bou.
Las 35 cajas que las contenían fueron trasladadas a otro tren español y siguieron viaje hasta Barcelona, para desde allí continuar hasta la estación de Atocha de Madrid, donde llegó el día siguiente a las 9.50 horas. Finalizaban así 44 años de exilio del busto, tras su descubrimiento en La Alcudia en 1897 y su posterior venta por 5.200 pesetas unos días después.
El tren procedía del castillo de Montauban, donde se habían depositado buena parte de las piezas más valiosas del Museo del Louvre tras la ocupación de París por los alemanes. Significaba la materialización de unas laboriosas negociaciones entre los gobiernos del general Franco y del mariscal Petain, iniciadas el año anterior, mediante las cuales se concretó un trueque de piezas arqueológicas y artísticas entre los dos países.
Junto con el busto ibérico regresaron otras muchas piezas arqueológicas y artísticas, entre ellas otras tres originarias de Elche: un fragmento de la estatua de un guerrero con falcata, un capitel de pilastra y un fragmento arquitectónico con volutas. También se recuperó el óleo de la Inmaculada de Murillo, parte del tesoro visigodo de Guarrazar y documentos del archivo de Simancas. En junio, España entregó a Francia un número mucho menor de piezas, en su mayoría pinturas y dibujos.
El trueque motivó una agria polémica en Francia tras el final de la II Guerra Mundial, y fueron muchos quienes pidieron que se anulase. Sin embargo, no fue así y la Dama, junto con las piezas más significativas recuperadas, fueron expuestas en el Museo del Prado, donde permaneció hasta que a comienzos del 1972 pasó al Museo Arqueológico Nacional, donde permanece.
Fuente: La Verdad.
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