05 febrero 2006
El Museo Romano celebra su 20 aniversario con su ampliación y una reforma interior.
A mediados de mes comenzará la excavación del solar en el que se hará la ampliación del edificio. Acometerán un proyecto de iluminación con dispositivos especiales para discapacitados.
CELIA HERRERA/MÉRIDA.
Al Museo Nacional de Arte Romano le pillará este año la celebración del vigésimo aniversario de su sede entre andamios y escaleras. Numerosos proyectos están a punto de cuajar en los próximos meses, y el director del centro, José María Álvarez no puede ocultar su satisfacción por el gran salto «cualitativo» que dará el veterano Museo en este año.
Mientras aún permanece intensamente vivo en en su memoria el recuerdo del día en el que conoció a Rafael Moneo en un despacho de Madrid, cuando el autor del edificio del Museo todavía no era un arquitecto famoso, Álvarez ya está pensando en la próxima ampliación de la sede, cuyo proyecto parece haberse acelerado con el impulso de los actuales responsables de la Dirección de Bellas Artes.
Las ideas claras.
A mediados de este mes comenzará la excavación del pequeño solar en el que se construirá la ampliación, y que ha sido adjudicada a una empresa especializada. De forma inmediata podrá acometerse la obra, en cuyo diseño se desea que colabore, bien directa o indirectamente, el autor del proyecto original del actual edificio del principal museo emeritense, Rafael Moneo.
De todas formas, la dirección del Museo Romano ya «tiene hechos los deberes», y ha elaborado una memoria de necesidades que debería contemplar el proyecto que se diseñe de la ampliación. «Sabemos lo que queremos», indica Álvarez.
La principal necesidad es el «espacio», ya que toda la infraestructura y actividad del Museo se ha incrementado de forma importante en estos 20 años. Se necesitan nuevas áreas para el personal, para la investigación y para desarrollar su cada vez más abultada programación.
«Por ejemplo, ya no nos gusta ni la ubicación ni la incomodidad del salón de actos. Queremos una sala de exposición temporal que sea mayor, porque algunas exposiciones hemos tenido que colocarlas en la sala principal del Museo por falta de espacio», destaca José María Álvarez entre algunas de las necesidades planteadas al Ministerio de Cultura.
Nueva iluminación.
Mientras se lleva a cabo la ampliación, el Museo está a la espera de que se acometa otro importante proyecto de iluminación interior, que se encontrará entre los más avanzados de los centros museísticos, y que además contará con unos dispositivos especiales para favorecer la contemplación y comprensión de la exposición a los discapacitados.
«Al diseñar el edificio del Museo, Rafael Moneo tuvo tres grandes logros: la construcción sencilla en un complejo difícil; su flexibilidad, y la conquista de la luz. Pero esa iluminación natural, simple y sencilla, que llena y tamiza las distintas salas, no es suficiente», explica el director, sobre todo en los nuevos tiempos, cuando el centro ya abre por las tardes y muchas noches.
El proyecto, que saldrá próximamente a concurso, ha sido diseñado por un especialista en el tema, que ha tenido en cuenta las características de las principales piezas para resaltar sus detalles y hacer más visibles las claves que permiten a los visitantes comprender el discurso de todo el Museo.
José María Álvarez estima sin embargo que también será necesario acometer en el futuro la iluminación exterior del edificio, al tratarse de un inmueble emblemático de cuya contemplación también debería poderse disfrutar por las noches, opina el director.
Reforma de las salas.
El tercer gran proyecto que se quiere llevar a cabo este año, y que puede que se prolongue más en el tiempo, es la remodelación de las salas y de los servicios del Museo, que pretende su modernización y adaptación a los nuevos tiempos.
Este proyecto, que se desarrollará de forma paulatina, incluye la sustitución de algunas piezas, el cambio de ubicación de otras y la colocación de elementos importantes que hasta ahora no se exhibían.Por ejemplo, uno de los proyectos estrella en este sentido es la reconstrucción del grupo escultórico de Eneas, formado por distintas piezas encontradas durante la excavación del Foro. El proyecto será impulsado por el Instituto del Patrimonio Histórico Español y también participará la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
El director del Museo explica que este grupo escultórico es el único que muestra el importante icono que enlaza al emperador Augusto con el linaje divino.
El grupo escultórico, una vez reconstruido, se colocará en la penúltima celdilla de la sala principal del Museo, en la que ahora se exhibe el torso de la figura de Eneas.
El proyecto de reforma también incluye la colocación de nueva cartelería sobre la colección, cuyos textos serán más breves y sintetizados, y además estarán en castellano, inglés, francés y portugués. «La petición de que la información sobre las piezas se diera en otros idiomas era una de las más repetidas en el libro de quejas y sugerencias del Museo», explica Álvarez.
Para los que estén interesados en conocer más cosas, también se colocarán unas hojas de sala, en las que se dará una información más exhaustiva sobre las piezas y la colección.
Fuente: Hoy Digital
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