27 febrero 2006

El frente escénico del Teatro Romano comenzará a ser reconstruido en verano.

Moneo y el resto del equipo lo han decidido tras ver la prueba realizada en el monumento.
Por: Diego Ortiz. Cartagena.









La restauración del Teatro Romano de Cartagena continúa imparable. Así, prácticamente finalizada la actuación sobre la ‘cavea’ (graderío) del monumento, los responsables de su restauración, con el arquitecto navarro Rafael Moneo al frente, han decidido acometer la restitución del frente escénico, la gran decoración arquitectónica que se situaba detrás del escenario y que servia a modo decorado a las representaciones teatrales.

Aunque era una decisión aún pendiente de tomar, las pruebas realizadas sobre el terreno en el propio Teatro Romano, donde se ha instalado una réplica en polietileno y madera de lo que serían los dos pisos de columnas con sus correspondientes basamento, basas, fustes y capiteles, ha llevado a los responsables de los trabajos a decidir que, finalmente, sí que se acometerá la restitución del frente escénico.

Así lo indicó ayer el citado Rafael Moneo, que visitó el Teatro Romano junto a los arqueólogos Sebastian Ramallo y Elena Ruiz, así como, entre otros, el responsable de la Fundación del Teatro Romano, Vicente Balibrea, y representantes de la Fundación CajaMurcia, que ha sido la que ha hecho frente al costo de la réplica del frente escénico instalada en los restos arqueológicos.

Asesoramiento especial.

Rafael Moneo destacó también la presencia del arqueólogo alemán, y director del Instituto Arqueológico de Berlín, Walter Trillmich, toda una personalidad en dicho terreno, que está colaborando en el asesoramiento de la restauración.“Creo que el venir acompañados por Walter Trillmich y ver que entiende la propuesta que estamos haciendo para la escena y que piense que es viable es un motivo de gran alegría. La primera impresión cuando uno ve las columnas del Teatro dándole su verdadera dimensión es algo impresionante y una experiencia inolvidable después de estos años trabajando en su recuperación. Esto adelanta lo que será el Teatro una vez concluidos los trabajos”, afirmó el arquitecto.

En cuanto a como se llevará a cabo la restitución del frente escénico, Moneo fue categórico al afirmar que “vamos a seguir los criterios de los arqueólogos, que son muy estrictos en recomponer únicamente aquellas cosas que se conocen bien. Hay muchas piezas pero no se van a utilizar todas, algunas de las que han quedado incrustadas en otras intervenciones en el Teatro van a permanecer donde estaban, pero las que ya se han recuperado y limpiado quedarán incluidas en esta fábrica, lo que permitirá tener una idea clara de las dimensiones. Nos centraremos en las dos esquinas y en las tres valvas”, en referencia a las entradas desde la zona trasera del frente escénico hasta el escenario.

Moneo también volvió a reiterar que los restos que se han encontrado en la excavación del túnel que unirá el museo que se construye en la plaza del Ayuntamiento con el Teatro bajo la Catedral Antigua se integrarán en el discurso expositivo de aquel en el mismo lugar en el que han sido encontrados.

En cuanto a los plazos para la restauración del frente escénico, Vicente Balibrea, máximo responsable de la Fundación del Teatro Romano, que se reafirmó en el hecho de que las obras del referido museo y el centro de investigación estarán concluidas a lo largo de 2007, se mostró convencido de que, tras la redacción del proyecto y la adjudicación de las obras, éstas darán comienzo, como muy tarde, tras el verano de este mismo año.

La opinión de un reputado especialista.

Walter Trillmich es un gran especialista en distintas materias de la arqueología, lo que convierten al director del Instituto Arqueológico de Berlín en alguien muy capacitada para asesorar al equipo que dirige los trabajos de restauración. Así, aseguró que la restitución hecha para que se pudiera valorar las posibilidades de restauración es “un regalo de oro, porque sobre el papel pueden hacerse muchas cosas pero viéndolo así como lo estamos haciendo ahora en su restitución volumétrica se puede discutir de otra manera. Esto parecía un capricho de los arqueólogos, pero no. Es un fundamento para la discusión que tiene que llegar a conclusiones, posiblemente hoy. Y con esta maqueta se discute de otra manera”.

Trillmich también afirmó estar de acuerdo en “hacer una restauración parcial tal y como está en la maqueta y no entera, porque si no la cosa se hace muy pesada y hay que reconstruir zonas de las que no conocemos nada por que no ha aparecido nada. Hay que incluir piezas originales para que se vea que la restauración no es una fantasía de algún arqueólogo, sino que se basa en lo que hay. Porque este teatro parece que está muy machacado y sin embargo no está mal conservado. El 80 por ciento de la restitución está basada en los restos encontrados”.

Fuente: El Faro.

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