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La directora del MAC, Núria Rafel, exlicó que algunos de estos museos –como es el caso de Balaguer– ya han pedido convertirse en sección de esta entidad, aunque en otros casos serán los propios consejos rectores de los museos los que aprueben esta fórmula. Cuando el MAC cree estas secciones en Lleida se firmarán unos convenios por los que los cuatro museos leridanos se incorporarán a la red territorial del MAC con una dotación anual a cargo del propio equipamiento catalán. A partir de este momento estas secciones del MAC trabajarán conjuntamente a través de los programas que defina la entidad.
En el caso de Balaguer, el MAC tiene en cuenta que se trata de un museo de referencia en el campo del mundo medieval e islámico. No en vano en la capital de la Noguera existe uno de los yacimientos de referencia de la cultura andalusí: el Pla d’Almatà. En este enclave, que está pendiente de declaración como Bien Cultural de Interés Nacional, se realizan de nuevo excavaciones arqueológicas después de muchos años sin intervenciones.
El Museu Comarcal de Tàrrega es otro de los referentes del ámbito medieval, aunque también tiene vinculación con el mundo ibérico a través del yacimiento ibérico del Molí de l’Espígol de Tornabous. El de Isona sería el museo más al norte de la estructura del MAC, que tendría un peso específico en el ámbito del Pirineo, mientras que el de Solsona es un museo de arte sacro que también reúne varias piezas procedentes de las excavaciones del bronce final y de la primera edad del hierro de la comarca.
Todas las secciones del MAC –en Lleida aún no existe ninguna– se plantean como “antenas” de este museo en el territorio, mientras que la entidad pretende que estas secciones cubran todas las épocas representadas en el MAC.
Fuente: La Mañana
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