Arqueólogos de China han descubierto los restos del primer occidental -indoeuropeo- que trabajó en ese país, hace 2.000 años, participando en las obras del mausoleo del primer emperador (Qin Shihuang), informó hoy la agencia oficial Xinhua.
Los restos, a los que se practicaron pruebas de ADN, fueron encontrados en las inmediaciones del mausoleo de ese emperador de la dinastía Qin (221-206 a.C.), situado junto a la ciudad de Xian (centro) y famoso por los guerreros de terracota que lo rodean.
El esqueleto del emigrante indoeuropeo fue encontrado en una fosa común junto a los de otros 120 trabajadores de la época, en la que muchos de ellos eran tratados como esclavos y fallecían debido a las condiciones infrahumanas en las que vivían.
Según el jefe de excavaciones de la zona del mausoleo, Duan Qingbo, la importancia del descubrimiento reside en que prueba contactos entre el imperio chino y el mundo occidental un siglo antes de lo que se pensaba.
Hasta ahora, se consideraba que esos contactos se habían iniciado hacia el siglo I ó II de nuestra era, con el comienzo de los contactos comerciales y culturales por la Ruta de la Seda, a través de la cual diversos productos como la porcelana llegaron hasta el Imperio Romano.
Según las pruebas de ADN, el hombre encontrado tenía unos 20 años en el momento del fallecimiento y presenta similitudes genéticas con pueblos como los persas, los kurdos o los parsis de la India, a su vez emparentados con los europeos.
Tan Jingze, profesora de antropología de la Universidad de Fudan y autora de las pruebas de ADN, señaló que el indoeuropeo tal vez fue capturado al norte del país, donde vivían los pueblos nómadas enemigos de China (antecesores de los mongoles, los turcos, los hunos o los magiares) y más tarde se le llevó a trabajar a Xian.
La experta señaló a Xinhua que el hallazgo es muy positivo, pero que no prueba que hubiera más de un extranjero trabajando en el imperio chino de aquella época, el primero que unificó los reinos de la civilización oriental.
El emperador Qin Shihuang, es conocido por su crueldad con los esclavos, que causó la muerte de miles de ellos en obras públicas como la Gran Muralla o el Ejército de Terracota.
Las excavaciones del mausoleo de este monarca (en busca de más guerreros de terracota y de la propia tumba del emperador) se suspendieron en el 2003, pues se cree que actualmente los medios utilizados por los arqueólogos chinos no garantizan que se pueda conservar lo que se descubra.
Fuente: Terra Actualidad.
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